En el año 1967, Susana Giménez, con tan solo 21 años y una hija de tres a upa, se encontraba en una encrucijada buscando estabilidad y un lugar en el mundo. Su historia, desde el salto a la fama por una publicidad de jabón hasta su consagración en el teatro, es un viaje marcado por el éxito, amores mediáticos, y la firme determinación de forjar su propio destino.
En sus primeros pasos, Susana confiaba en sí misma y en su capacidad para alcanzar el éxito sin depender del dinero de un hombre. Un encuentro con una vidente llamada Isabel marcó un momento crucial, donde visiones de éxito y dolor la acompañaron, augurando que su imagen llegaría a muchas casas.
Hoy, Susana Giménez celebra sus 80 años con una gran fiesta en su residencia en Punta del Este, donde ha pasado gran parte del tiempo desde que se declaró la pandemia. Con más de 55 años de carrera, ha cosechado éxitos en cada medio en el que se ha aventurado, compartiendo con el público alegrías, romances, dolores y separaciones.
La trayectoria de Susana en el mundo del espectáculo argentino es única. ¿Qué es una estrella? Nadie sabe con precisión, pero Susana es sin duda una de ellas, posiblemente la de mayor brillo. Desde su infancia en la que cambiaba constantemente de colegios debido a los vaivenes económicos de su padre, hasta su juramento de nunca depender de un hombre, su vida ha sido una epopeya de autodeterminación.
A los 18 años, un embarazo la llevó a casarse con Mario Sarrabayrouse, pero pronto se dio cuenta de que repetía el patrón de su hogar materno. Decidió cambiar su destino y, tras convertirse en modelo por casualidad, se catapultó a la fama con la publicidad del jabón Cadum y su famoso “Shock”. Este hito marcó el comienzo de una carrera que la llevaría a ser la reina de las tapas de revistas, un símbolo de éxito y perdurabilidad en la farándula argentina.
Su incursión en el teatro de revistas y la cinematografía, especialmente con la película “La Mary” junto a Carlos Monzón, consolidaron su estatus de estrella. Aunque la relación con Monzón fue tempestuosa, la película fue un rotundo éxito, generando rumores sobre su intensidad fuera del set.
La década de los 80 la vio triunfar en la comedia musical con obras como “La Mujer del Año” y “Sugar”, compartiendo escenario con Ricardo Darín. En 1987, el salto a la televisión con su programa en ATC marcó otro hito, generando una fiebre de llamadas telefónicas que colapsaron las líneas de Entel.
Su vida no estuvo exenta de controversias, como su matrimonio con Huberto Roviralta y su posterior divorcio escandaloso. Otras parejas, como el Corcho Rodríguez y Jorge Rama, también tuvieron sus episodios mediáticos.
Sin importar los desafíos, Susana Giménez supo reinventarse y mantenerse en la cima. Su carisma, su capacidad para reírse de sí misma y su versatilidad la han convertido en un ícono del entretenimiento argentino. A sus 80 años, sigue siendo la eterna reina de la televisión y una figura indiscutible en la cultura popular del país.
