En el remoto año de 1913, Rafaela, una próspera localidad en el centro-oeste santafesino, experimentó un trascendental cambio en su historia. Este cambio fue oficializado el 26 de enero de 1913, cuando el Gobierno provincial, a través de un decreto, elevó a Rafaela a la categoría de ciudad. Este hito marcó el inicio de una nueva etapa en la vida de la comunidad, consolidando su posición como un centro poblacional de importancia en la provincia.
La decisión gubernamental se basó en el crecimiento sostenido de la población, que había alcanzado la cifra de 8,242 personas. El decreto establecía que Rafaela, gracias a su desarrollo y progreso económico, merecía ser reconocida como una entidad urbana con derecho al Régimen Comunal. Este cambio significó que las cuestiones públicas serían regidas por un Concejo Municipal elegido por los ciudadanos y un intendente municipal designado por el gobernador de la Provincia.
Manuel Giménez fue el primer intendente designado para liderar este nuevo capítulo en Rafaela. Bajo su mandato, el primer Concejo Municipal fue constituido, presidido por Nicolás Gutiérrez y conformado por figuras destacadas como Emilio Galassi, Carlos Mognaschi, Eduardo Chiarella y Antonio Cossettini. Estos líderes fueron elegidos por los rafaelinos en las elecciones del 10 de septiembre de 1913, consolidando así un gobierno local representativo.
Durante los primeros meses de este cambio, el poder en Rafaela estuvo centralizado en manos del Intendente, supervisado únicamente por una Comisión Administradora. Este período de transición marcó el inicio de una estructura política más democrática y participativa para la creciente ciudad.
Rafaela, fundada por Guillermo Lehmann el 24 de octubre de 1881, celebraba sus primeras tres décadas de existencia al emprender esta nueva etapa como ciudad. La colonia Rafaela, inicialmente concebida como un asentamiento, se había transformado en un importante centro poblacional en el tejido de la provincia.
A lo largo de los años, Rafaela continuó su crecimiento ininterrumpido, incluso durante períodos difíciles en la historia del país y el mundo. El espíritu emprendedor de la ciudad se manifestó en su prolijo desarrollo, atrayendo la atención de visitantes y ganándose el título de la “Perla del Oeste” santafesino.
Hoy, con 142 años desde su fundación y 111 años como ciudad, Rafaela se encuentra en una etapa de pleno crecimiento. A pesar de los desafíos contemporáneos, la ciudad mantiene su identidad emprendedora, reflejada en una población estimada en 110,000 habitantes. La espera por los datos del último Censo Nacional de las Personas, realizado el 18 de mayo del año pasado, impide contar con información actualizada, pero el espíritu resiliente de Rafaela continúa guiándola hacia un futuro prometedor.
