Ariel Máximo “Guille” Cantero, líder de la infame banda “Los Monos”, continúa acumulando condenas por delitos cometidos desde detrás de las rejas que superan con creces aquellas que enfrentó en libertad.
En un giro impactante en su extensa carrera delictiva, Cantero fue recientemente imputado por su presunta participación en una extorsión a un empresario, lo que podría resultar en un nuevo juicio y, potencialmente, en una condena adicional.
Cantero ya enfrenta una pena de 113 años y 8 meses por una serie de delitos diversos, la mayoría de los cuales fueron perpetrados mientras estaba encarcelado desde su captura en 2013. En esta última acusación, se alega que realizó llamadas desde un teléfono fijo en su celda en el penal de Marcos Paz, aprovechando las comunicaciones disponibles para cualquier interno. Este incidente arroja luz sobre la necesidad de revisar y reforzar los protocolos de control en el Servicio Penitenciario.
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El ministro de Seguridad, Claudio Brilloni, ha instado a implementar medidas más estrictas en el Servicio Penitenciario Federal para evitar que los reclusos, como Cantero, continúen operando desde la cárcel. La capacidad de delinquir desde la prisión plantea preocupaciones significativas sobre la seguridad pública y la efectividad del sistema penitenciario.
La carrera delictiva de “Guille” Cantero y su influencia en la criminalidad en la región han sido objeto de atención constante por parte de las autoridades y la sociedad en general. Su capacidad para cometer delitos desde la cárcel destaca la importancia de abordar las brechas en la seguridad penitenciaria y garantizar que los reclusos no puedan seguir delinquiendo mientras están tras las rejas.
