Sancor cierra planta de quesos en Santa Fe por paros y bloqueos gremiales

La Cooperativa Sancor anunció el cierre definitivo de una fábrica de quesos ubicada en San Guillermo, Santa Fe, tras repetidos paros y bloqueos gremiales liderados por la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (ATILRA).

El establecimiento, que empleaba a 26 trabajadores, había sido reactivado a mediados de 2023 luego de tres años de parate. Sin embargo, según argumenta la empresa, los bloqueos sindicales obligaron a interrumpir la producción en varias oportunidades, privando a la unidad de negocios de ingresos esenciales para continuar operando.

“Lamentamos profundamente esta situación, que afecta a nuestros trabajadores, a nuestros socios y a toda la comunidad de San Guillermo”, expresó el gerente general de Sancor, Sergio Rubinstein. “Hemos hecho todo lo posible para llegar a un acuerdo con el sindicato, pero no hubo voluntad de diálogo”, agregó.

ATILRA, por su parte, responsabilizó a la empresa por el cierre de la planta. “Sancor no cumplió con sus compromisos salariales y laborales”, denunció el secretario general del gremio, Alberto Fantini. “Nos vimos obligados a tomar medidas de fuerza para defender los derechos de nuestros trabajadores”, agregó.

El cierre de la planta de quesos de San Guillermo es un nuevo golpe para la industria láctea argentina, que atraviesa una profunda crisis. En los últimos años, se han cerrado decenas de fábricas en todo el país, lo que ha provocado la pérdida de miles de puestos de trabajo.

Los paros y los bloqueos gremiales, un obstáculo para la reactivación

El caso de San Guillermo pone de manifiesto los obstáculos que enfrentan las empresas argentinas para reactivar sus actividades en medio de un contexto de alta inflación y recesión. Los paros y los bloqueos gremiales, que se han vuelto cada vez más frecuentes en los últimos años, generan incertidumbre y desalientan la inversión.

En el caso de la industria láctea, los conflictos sindicales se han intensificado en los últimos meses. En octubre, los trabajadores de la empresa láctea La Serenísima realizaron un paro nacional de 48 horas para exigir un aumento salarial. El conflicto se saldó con un acuerdo salarial del 45%, pero los trabajadores ya anunciaron que están dispuestos a volver a movilizarse si la empresa no cumple con los compromisos asumidos.

La situación de la industria láctea es un reflejo de la crisis que atraviesa la economía argentina. La inflación, la recesión y la incertidumbre política están generando un clima de desconfianza que dificulta la reactivación de las empresas.

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