Roban reliquia del Padre Pío de Pietrelcina en la parroquia Santo Domingo Savio de Paraná

La parroquia Santo Domingo Savio de Paraná vive momentos de consternación tras el robo de una reliquia del Padre Pío de Pietrelcina. Aunque la persona responsable fue detenida temporalmente, el objeto sagrado aún no ha sido recuperado.

En un acto que ha conmocionado a la comunidad de la parroquia Santo Domingo Savio de Paraná, la reliquia del Padre Pío de Pietrelcina fue robada y el ladrón, tras ser detenido, se negó a revelar su paradero.

El objeto sustraído, una tela utilizada por el famoso sacerdote capuchino para limpiar el mitón que cubría sus manos, era considerado sagrado y había sido obtenido gracias a gestiones del Arzobispo, provenientes directamente de Italia hace cinco años.

El cura de la iglesia afectada, Walter Minigutti, expresó su consternación, afirmando que la reliquia tenía un valor inmenso para la parroquia. “Para nosotros es algo sagrado, es una pertenencia de este sacerdote capuchino famoso por sus estigmas, que fue beatificado y canonizado”, señaló el religioso. Además, Minigutti informó que el robo fue descubierto gracias a las cámaras de seguridad que registraron el momento y la identidad del ladrón.

A pesar de que la persona responsable del robo fue detenida durante algunas horas, se mantiene el misterio sobre el paradero de la reliquia. El cura hizo un llamado a la colaboración de la comunidad para hallar el objeto desaparecido, destacando la importancia de recuperar esta pieza que forma parte de la veneración a San Pío de Pietrelcina.

En la Iglesia Católica, una reliquia tiene un significado especial, siendo una parte del cuerpo de un santo o algo que ha tocado su cuerpo, digno de veneración. En este caso, la tela que utilizaba el Padre Pío para limpiar el mitón, que cubría las manos y protegía sus estigmas, era objeto de adoración para la comunidad parroquial.

Para comprender la importancia de la reliquia sustraída, es esencial conocer quién fue el Padre Pío de Pietrelcina. Cada 23 de septiembre, la Iglesia Católica celebra a San Pío, un franciscano italiano que recibió los estigmas de Jesucristo y se convirtió en una ofrenda viva de sufrimiento.

Su canonización en 2002 por San Juan Pablo II resaltó la síntesis de su enseñanza: “Oración y caridad”. La pérdida de la reliquia es, por ende, un golpe doloroso para la parroquia, que busca recuperar este objeto de veneración en honor al legado del Padre Pío de Pietrelcina.

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