La escalada de violencia en Rosario alcanzó un nuevo nivel con el hallazgo de una amenaza de muerte dirigida al gobierno santafesino de Maximiliano Pullaro.
La nota, encontrada frente a la casa de una mujer en la calle Cayetano Silva al 1200, advierte sobre más acciones violentas y ataques dirigidos hacia la figura de Pullaro y Cococcioni.
Esta amenaza se produce en medio de un contexto de creciente violencia en la ciudad, agravado por el reciente asesinato de Bruno Bussanich, un joven playero de 25 años. Su brutal ejecución, llevada a cabo por un sicario, ha profundizado el clima de inseguridad y temor entre los habitantes de Rosario.
El mensaje mafioso encontrado en el lugar del homicidio de Bussanich deja en claro que la violencia no se limita a disputas territoriales, sino que apunta directamente a figuras políticas como Pullaro. Además, se hace hincapié en el incremento de los controles en los penales, una medida implementada por el gobierno provincial que ha generado tensiones con ciertos sectores.
En respuesta a esta situación, algunos servicios continúan con medidas de lucha, lo que ha llevado a la paralización de actividades en la ciudad.
Los gremios docentes han confirmado la suspensión de clases en las escuelas públicas, mientras que las instituciones privadas evalúan su apertura en función de las condiciones de seguridad.
La situación se agrava aún más con las amenazas dirigidas hacia los trabajadores de diversos sectores, como los colectiveros y los recolectores de residuos, quienes han sido intimidados en el ejercicio de sus labores diarias.
Ante este escenario, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ha anunciado el despliegue de fuerzas federales en la ciudad, con el objetivo de enfrentar la creciente ola de violencia.
Sin embargo, las medidas de seguridad parecen insuficientes para contener la situación, y se espera una respuesta más contundente por parte de las autoridades provinciales y nacionales para garantizar la seguridad de los ciudadanos de Rosario.
