Buenos Aires, Argentina (28 de abril de 2024) – El mundo ha sido testigo de dos eventos climáticos extremos en los últimos días: inundaciones devastadoras en el sur de China y una serie de terremotos en Taiwán.
Estos eventos ponen de relieve la creciente amenaza del cambio climático y la necesidad de fortalecer las defensas contra los desastres naturales.
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Inundaciones en el Delta del Río Perla
Las intensas lluvias han azotado el delta densamente poblado del río Perla en el sur de China, provocando inundaciones y generando preocupación por la capacidad de la región para resistir inundaciones mayores inducidas por el cambio climático.
La provincia de Guangdong, alguna vez conocida como la “fábrica del mundo”, es propensa a las inundaciones durante la temporada de verano.
Las lluvias récord de este año han puesto a prueba las defensas contra inundaciones de la región, recordando las devastadoras inundaciones de junio de 2022 que obligaron a la evacuación de cientos de miles de personas.
Los científicos advierten que el calentamiento global está intensificando e impredecible los fenómenos meteorológicos en China, con lluvias y sequías sin precedentes que azotan al país, a menudo al mismo tiempo.
Terremotos en Taiwán
Más de una docena de terremotos, el más fuerte de magnitud 5,7, han sacudido la costa este de Taiwán en los últimos días. Algunos de estos temblores se sintieron en la capital, Taipei, pero no se han reportado daños graves hasta el momento.
Los terremotos se concentraron en el condado rural de Hualien, donde a principios de este mes un temblor de magnitud 7,2 causó la muerte de al menos 14 personas. Desde entonces, la isla ha sufrido cientos de réplicas.
Taiwán, ubicada en la unión de dos placas tectónicas, es propensa a la actividad sísmica. En 2016, un terremoto en el sur de Taiwán cobró la vida de más de 100 personas, mientras que en 1999 otro terremoto de magnitud 7,3 mató a más de 2.000 personas.
