Intentó camuflar a “su hijo” con frazadas en un control de Gendarmería: eran 4 panes de cocaína

En un dramático episodio que involucra drogas y un intento desesperado por evadir el control de las autoridades, la Gendarmería Nacional descubrió una situación insólita en la ruta que une Salta con Corrientes. Una mujer, aparentemente utilizando a su propio hijo como escudo, intentó pasar desapercibida con cuatro kilos de cocaína ocultos entre gruesas frazadas.

La lucha contra el narcotráfico es una prioridad para el Ministerio de Seguridad de la Nación, y este incidente demuestra la creatividad y audacia de algunos traficantes para burlar los controles. Datos previos de investigaciones llevaron a la Gendarmería a realizar un control en la mencionada ruta, sospechando la posibilidad de tráfico de estupefacientes en la zona.

El personal de la Sección “Joaquín V. González”, perteneciente al Escuadrón 45 “Salta”, se encontraba apostado en el kilómetro 573 de la Ruta Nacional N° 16. Allí, detuvieron la marcha de un transporte de pasajeros para realizar un minucioso control físico y documentológico. Fue entonces cuando se toparon con una mujer que llevaba consigo a un niño, cubierto de manera exagerada con una gruesa frazada.

La elevada temperatura ambiente llamó la atención de los gendarmes, quienes decidieron revisar las pertenencias de la mujer. Al notar un peso inusual en la manta que cubría al niño, decidieron abrir las costuras. Para su sorpresa, encontraron cuatro “panes” que contenían una sustancia pulverulenta blancuzca. Las pruebas de campo realizadas por integrantes de Criminalística y Estudios Forenses confirmaron que se trataba de cocaína, con un peso total de 4 kilos.

El menor, utilizado como escudo en este intento de contrabando, fue entregado a los familiares de la mujer detenida. La Unidad Fiscal interviniente ordenó el secuestro del estupefaciente y la detención de la involucrada, en infracción a la Ley 23.737.

Este caso, que ha dejado a muchos perplejos, nos recuerda la importancia de la vigilancia constante en nuestras rutas y la necesidad de seguir combatiendo el tráfico ilegal de drogas. El ingenio de los delincuentes no tiene límites, pero gracias al trabajo incansable de las fuerzas de seguridad, se logró evitar que esta carga de cocaína llegara a su destino.

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