Leila Schmitt, detenida por amenazar a obreros durante la demolición del búnker narco de la familia Funes, fue imputada. Sorprendentemente, el fiscal acordó su libertad bajo fianza y condiciones, permitiéndole seguir visitando a Alan Funes en la cárcel y fijar su domicilio a pocos metros de la demolición.
Leila Schmitt, detenida el pasado viernes por amenazar a los obreros que demolían el búnker narco de la familia Funes en el barrio Tablada, fue imputada este lunes. Schmitt, quien se registra como pareja de Alan Funes en sus visitas semanales a la cárcel de Marcos Paz, fue detenida tras irrumpir en la casa que se estaba demoliendo y amenazar a los trabajadores.
La joven, hija del mecánico Juan Carlos Schmitt, quien previamente estuvo detenido, asegura ser amiga de Alan Funes y visita regularmente al detenido líder narco. Aunque se registra como su pareja en las visitas a la cárcel para evitar restricciones del Servicio Penitenciario.
Sorprendentemente, el fiscal Aníbal Véscovo acordó la libertad de Schmitt a cambio de una fianza de 400 mil pesos y condiciones específicas. La joven no podrá ingresar al lugar amenazado, pero se le permite seguir visitando a Alan Funes en la cárcel y fijar su domicilio a tan solo 20 metros de la demolición.
Esta decisión del fiscal ha generado polémica, ya que va en contra de la estrategia del gobierno provincial de avanzar en la demolición de búnkeres como parte de la lucha contra el narcotráfico. En la misma cuadra se han registrado numerosos hechos violentos relacionados con la actividad narco, incluyendo el asesinato de Mariela Miranda, madre de Alan y “Lamparita” Funes, que desencadenó una guerra de bandas en la zona sur.
El fiscal Carbone y el ministro de Seguridad, Pablo Cococcioni, habían destacado la importancia de derribar el búnker de la familia Funes como un “hito histórico” en la lucha contra el narcotráfico.
