En una emotiva ceremonia llevada a cabo el domingo 11 de febrero en la Basílica de San Pedro, el Papa Francisco proclamó a María Antonia de San José de Paz y Figueroa, conocida cariñosamente como Mama Antula, como la primera santa argentina.
Centenares de peregrinos argentinos se congregaron para presenciar este histórico momento, junto con familiares de la beata y la presencia notable del presidente de la Nación, Javier Milei. La celebración, que marcó un hito en los once años de pontificado del Papa argentino, se llevó a cabo dentro de la Basílica de San Pedro, en lugar de en la plaza de San Pedro como es habitual.
La ceremonia inició con cánticos litúrgicos mientras el retrato oficial de Mama Antula permanecía frente al altar central de la Basílica. Esta imagen, utilizada durante la misa de canonización, es una representación de una copia del cuadro pintado por José de Salas, realizado después de la muerte de la santa en 1799, ya que ella misma nunca permitió ser retratada en vida.
El cardenal italiano Marcello Semeraro, a cargo del Dicasterio para las Causas de los Santos, presentó la biografía oficial de la nueva santa junto a Silvia Correale, quien postuló a Mama Antula. Tras la lectura de la biografía, el Papa Francisco la mencionó por primera vez en latín como “Beatam Mariam Antoniam a Sancto Ioseph de Paz y Figueroa”, declarándola oficialmente santa y añadiéndola al Catálogo de los Santos.
En su homilía, el Papa destacó la labor de Mama Antula en un contexto de miseria material y moral, resaltando su dedicación para que otros pudieran experimentar la misma fe que ella. Su obra perdura hasta hoy, involucrando a numerosas personas y fundando instituciones benéficas.
El pontífice advirtió sobre las “lepras del alma”, refiriéndose al miedo, el prejuicio y la falsa religiosidad que causan sufrimiento a los débiles. En este día de la Jornada Mundial del Enfermo, exhortó a derribar barreras y practicar una “caridad oculta de la vida cotidiana”.
Para alcanzar la canonización, la Iglesia Católica confirmó dos milagros atribuidos a Mama Antula. El primero ocurrió en 1904, cuando una religiosa fue curada de una enfermedad potencialmente mortal después de rezar por su recuperación con reliquias de la santa. El segundo milagro fue la sorprendente recuperación de Claudio Perusini en 2017, quien se encontraba en estado vegetativo después de un accidente cerebrovascular.
María Antonia de San José de Paz y Figueroa, nacida en 1730 en Santiago del Estero, recorrió descalza miles de kilómetros en el siglo XVIII para difundir las enseñanzas de San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús. A pesar de la prohibición de la orden por el rey Carlos III de España, Mama Antula perseveró en su misión, convirtiéndose ahora en un símbolo de celo y audacia apostólica para todos los argentinos.
Con la canonización de Mama Antula, la Iglesia Católica celebra la vida y obra de una mujer que dedicó su vida a servir a los más necesitados, dejando un legado de fe y compasión que perdura hasta nuestros días.
[…] Te puede interesar esta nota | Francisco canonizó a Mama Antula, la primera santa argentina […]