Evangélicos usan una app “anti pecado” para vigilar a sus fieles

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La congregación evangélica llamada Gracepoint del Sur de Estados Unidos, ideó la aplicación Covenant Eyes, que se promociona como “anti-pornográfica”.

La implementación de aplicaciones en nuestra vida cotidiana ha sido una realidad durante años, facilitándonos diversas tareas y actividades. Sin embargo, cuando una iglesia evangélica bautista en el sur de los Estados Unidos decidió usar una aplicación para controlar a sus fieles, desató una polémica inesperada.

La congregación evangélica llamada Gracepoint ideó la aplicación Covenant Eyes, que se promociona como “anti-pornográfica” y busca limitar el acceso a contenido considerado inapropiado según los preceptos religiosos. Sin embargo, lo que no se informaba a los fieles es que esta app también rastreaba y generaba informes detallados sobre la actividad digital de los usuarios, enviándolos a la propia iglesia.

El uso de Covenant Eyes llevó a algunos miembros de la iglesia a recibir reprimendas de los pastores por visitar sitios web específicos o descargar aplicaciones consideradas “no adecuadas”. Incluso, un hombre fue confrontado por haber buscado el hashtag “#Gay” en Instagram.

Una investigación de la revista Wired reveló que tanto Covenant Eyes como otra aplicación similar recomendada por líderes religiosos, Accountable2You, funcionan como un spyware o “shameware”. Estas aplicaciones son utilizadas por grupos religiosos y padres para vigilar la actividad en línea de las personas, exponiendo su comportamiento privado en el teléfono, lo que resulta en una invasión a su intimidad.

Estas apps toman capturas de pantalla sin previo aviso y monitorean constantemente las actividades de los usuarios, incluyendo el historial web y las aplicaciones utilizadas. El objetivo, según la iglesia, es controlar y guiar a sus fieles hacia conductas consideradas moralmente correctas.

A raíz de la denuncia, tanto Apple como Google decidieron retirar Covenant Eyes y Accountable2You de sus tiendas, argumentando que violaban sus políticas de privacidad y uso. Sin embargo, existe la posibilidad de que algunos fieles se vean presionados a instalar estas aplicaciones de manera manual por solicitud de las autoridades religiosas, como una forma de demostrar su “fe”.

Además de los problemas de privacidad que plantea esta práctica, la investigadora de pornografía de la Universidad de California en Los Ángeles, Nicole Praus, advirtió que este tipo de tecnología de vigilancia no es efectiva y puede tener efectos negativos en la autoestima y bienestar emocional de las personas vigiladas.

La controversia en torno a esta iniciativa de la iglesia resalta el delicado equilibrio entre la libertad individual y las creencias religiosas, planteando interrogantes sobre hasta qué punto las aplicaciones de control pueden interferir en la privacidad y autonomía de los fieles.

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