El salario mínimo argentino continúa en el centro de la atención pública, ya que se encuentra cuatro veces por debajo de los niveles de Costa Rica, Uruguay y Chile. La situación se complica aún más debido a la falta de actualización por parte del gobierno de Javier Milei desde diciembre, situando el sueldo básico en 156,000 pesos en un contexto de inflación superior al 20 por ciento.
A finales de diciembre, el salario mínimo argentino mensual en dólares quedó como el penúltimo más bajo de Latinoamérica, con tan solo 152 dólares, según la consultora Statist. Esta cifra pone de manifiesto la difícil situación económica que enfrentan los trabajadores argentinos.
Costa Rica lidera la región con un salario mínimo de 687 dólares, cuatro veces y media más alto que el argentino. Uruguay, con 570 dólares, también se sitúa por encima, contribuyendo a una migración laboral hacia el país vecino en busca de oportunidades temporales, especialmente en el sector turístico.
El presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, recientemente ajustó el salario mínimo en un 5.5%, generando un impacto positivo en las escalas salariales y mejorando las condiciones para trabajadores como los changueros, que ahora pueden percibir alrededor de 1,000 dólares mensuales.
Chile, bajo la administración del presidente Gabriel Boric, estableció un salario mínimo cuatro veces más alto que el argentino, llegando a los 500,000 pesos chilenos (US$567).
El contexto en Argentina se complica aún más con la demora en las actualizaciones salariales por parte del gobierno de Milei. El secretario de Trabajo, Ómar Yasin, ha anunciado la convocatoria del Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil en los próximos días, pero las negociaciones se anticipan difíciles, dado el contexto económico y las amenazas de despidos por parte de las patronales.
En paralelo, se espera un incremento significativo en las tarifas de servicios públicos, como gas, electricidad, agua y transporte. Las empresas distribuidoras de gas ya están discutiendo aumentos que podrían reflejarse en facturas con ajustes del 50/60% a partir de marzo.
El escenario económico en Argentina plantea retos significativos para el nuevo año, con la necesidad de abordar tanto la situación salarial como los ajustes tarifarios, en medio de una compleja coyuntura inflacionaria y recesiva que afecta a trabajadores y consumidores por igual.
