Corrientes enfrenta inundaciones sin precedentes

Corrientes, 3 de marzo de 2024 — En una madrugada marcada por la furia de la naturaleza, la ciudad de Corrientes se vio golpeada por una catástrofe de proporciones históricas. Lluvias torrenciales y vientos desenfrenados desataron una tragedia que ha dejado a miles de familias damnificadas y una infraestructura en ruinas.

El embate de la tormenta

La pesadilla comenzó en las primeras horas del domingo, cuando una tormenta implacable azotó la ciudad, superando todos los registros previos. Entre las 4 y las 6 de la mañana, se registraron casi 200 mm de lluvia, un volumen sin precedentes en tan corto período de tiempo.

Las consecuencias fueron devastadoras. Las calles se convirtieron en caudalosos ríos, arrastrando consigo vehículos y hogares enteros. Los vientos huracanados arrancaron techos, derribaron postes y derribaron árboles centenarios. Incluso la emblemática Iglesia San Francisco sucumbió ante la fuerza del temporal, con su muro desplomándose sobre la Plaza Italia.

Respuesta de emergencia

Ante la magnitud del desastre, la Municipalidad y el Gobierno Provincial desplegaron todos sus recursos para socorrer a los afectados. Equipos de rescate trabajaron sin descanso en las áreas más afectadas, mientras que maquinaria pesada y bombas de desagote fueron movilizadas para enfrentar la emergencia. Se habilitaron líneas telefónicas gratuitas, como el 147 y el Whatsapp 3794341768, para recibir pedidos de auxilio.

Desafíos persistentes

El subsecretario de Riesgos y Catástrofes, José Ruiz, explicó que, a pesar de los esfuerzos, los sistemas de drenaje de la ciudad no fueron capaces de hacer frente a la magnitud de la tormenta. “Es como verter un depósito de 500 litros en un fregadero de cocina de una sola vez; es inevitable que colapse”, señaló. La realidad es que, incluso con los desagües despejados y en buen estado, eventos climáticos extremos como este superan su capacidad.

Solidaridad y precaución

En este momento de dolor y desesperación, la comunidad correntina se une en solidaridad. Se hace un llamado a mantener limpias las canaletas y los desagües, a evitar desplazamientos innecesarios y a respetar las medidas de seguridad en las vías. Las próximas 48 horas serán cruciales para la recuperación de la ciudad, y se necesita la colaboración de todos en esta batalla contra la inclemencia del clima.

En medio de la devastación, la esperanza surge como una luz en la oscuridad. Corrientes, resiliente y unida, afronta su peor pesadilla natural con valentía y determinación.

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