El Gobierno de Javier Milei está llevando a cabo una evaluación minuciosa de las operaciones en la base espacial china ubicada en la provincia de Neuquén, en respuesta a una alerta emitida por los Estados Unidos.
Esta acción incluirá una inspección técnica de los contratos que rigen el funcionamiento de la estación espacial, con el objetivo de garantizar que se hayan respetado los acuerdos establecidos.
Según fuentes del Gabinete de alto nivel, existe una preocupación particular sobre la claridad de los contratos relacionados con la base. Se señala que se ha asignado un territorio donde la Argentina tiene limitado acceso, lo que ha generado interrogantes sobre la transparencia y la equidad en el uso de recursos.
En medio de discrepancias ideológicas y en un contexto de relaciones bilaterales complejas, el Gobierno de Milei busca asegurar que se cumplan los términos de los contratos establecidos con China.
Se destaca que, según lo estipulado, la Argentina debería tener acceso al 10% del tiempo de uso de la antena para proyectos de desarrollo y cooperación, y se buscará verificar si esto se ha cumplido.
La cuestión será abordada durante una reunión entre la jefa del Comando Sur de los Estados Unidos, Laura Richardson, y funcionarios argentinos de alto nivel, programada para llevarse a cabo en Casa Rosada.
Aunque la presencia del presidente en este intercambio no está confirmada, no se descarta su participación para agradecer la colaboración.
La base espacial china en Neuquén, establecida en 2010 como la primera estación terrena china fuera de su territorio, ha sido objeto de escrutinio reciente debido a las preocupaciones planteadas por Estados Unidos.
El gobierno argentino está decidido a asegurar la transparencia y el cumplimiento de los acuerdos en este importante proyecto de cooperación internacional en el campo espacial.
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