Su aplicación en el período del embarazo, que va desde la semana 32 a la 36, es para proteger a lactantes contra bronquiolitis y neumonía. A partir de la incorporación en el Calendario Nacional, la vacunación es obligatoria y gratuita en la salud pública.
El Ministerio de Salud de la provincia informa que a partir de esta semana comienza la campaña de vacunación contra el virus sincicial respiratorio (VSR), que se recomienda a personas gestantes para proteger a lactantes, a partir de la transferencia de anticuerpos a través de la placenta.
La vacuna se incluyó en el Calendario Nacional de Vacunación de forma obligatoria y gratuita, según la Resolución Ministerial 4218/2023.
Gratuita y obligatoria
La vacunación es a través de una dosis única que se aplica a las personas gestantes entre las semanas 32 y 36 del embarazo, durante la temporada de mayor circulación del virus.
La transferencia de anticuerpos a través de la placenta comienza 15 días después de la vacunación. De esta manera, los lactantes quedan protegidos desde el nacimiento hasta los primeros meses de vida contra la bronquiolitis y la neumonía.
El Programa de Inmunizaciones de Santa Fe realizó en las últimas semanas las capacitaciones correspondientes sobre los lineamientos y la aplicación de la vacuna a los integrantes de los equipos de salud y personal de los vacunatorios.
Las dosis se aplicarán de marzo a julio, en todos los Centros de Salud y Hospitales con Vacunatorio. Para recibir la vacuna no se requiere indicación médica, y sí será obligatorio contar con la constancia de la Edad Gestacional o FUM.
Importancia de la vacunación
El virus sincicial respiratorio (VSR) es la principal causa de Infección Respiratoria Aguda Baja en lactantes. Afecta a la población en términos de morbimortalidad y secuelas a largo plazo, impactando además sobre los sistemas de salud, con un aumento de las consultas ambulatorias, hospitalizaciones y requerimiento de cuidados intensivos.
A nivel mundial, el virus representa además un tercio de las muertes en el primer año de vida y más del 97% ocurren en países en países de bajos o medianos ingresos.