En la ciudad de Rafaela, un incidente inusual ha llevado a la recuperación de ladrillos robados y a la intervención de las autoridades locales. Un hombre vendió ladrillos que no eran de su propiedad, lo que resultó en una operación policial y la eventual devolución de los ladrillos al propietario legítimo.
El personal de la Subcomisaría 1° fue alertado por el despacho 911 sobre una actividad sospechosa en la intersección de las calles B. Manera y Buffa. Al llegar al lugar, se encontraron con personal de GUR, un joven y el propietario de la obra en construcción. El propietario había sido alertado por un vecino de que había personas cargando ladrillos de su terreno.
El individuo en cuestión afirmó que estaba esperando a su cuñado, quien supuestamente había comprado 1500 ladrillos por la suma de $45.000. Habían cargado la mitad de los ladrillos en un flete y los estaban descargando en la calle S. de Iriondo al 2000, propiedad del comprador, y planeaban regresar a la obra para buscar el resto.
El personal actuante solicitó la colaboración del 911 para enviar un móvil a la calle S. de Iriondo. Allí, se entrevistaron con la propietaria, quien informó que el flete ya no estaba en el lugar y que su pareja había descargado los ladrillos y se había ido a buscar el resto. Cuando llamó a su pareja, este le informó que el vendedor de los ladrillos había desaparecido.
Siguiendo las directivas del fiscal en turno, los uniformados procedieron al formal secuestro de 340 ladrillos comunes de construcción y los trasladaron a la sede policial. Posteriormente, por orden del fiscal interviniente, los ladrillos fueron entregados al propietario.