Tras el fallecimiento de Francisco, exhiben por primera vez el histórico “Papamóvil” de Juan Pablo II en Argentina

La reciente partida de Francisco reavivó el interés en la historia papal y la relación entre Argentina y el Vaticano. En este contexto, el Automóvil Club Argentino presenta por primera vez al público el emblemático vehículo utilizado por Juan Pablo II durante su visita en 1982.

En un momento de reflexión tras la muerte de Francisco, una importante institución argentina decidió honrar la historia de los papas y el vínculo trascendental entre la Argentina y la Santa Sede de una manera singular: exhibiendo por primera vez en su historia el icónico “Papamóvil” que transportó a Juan Pablo II durante su histórica visita al país en junio de 1982.

El vehículo en cuestión, una robusta Ford F-350 modelo 1981 que originalmente estaba destinada a tareas de auxilio mecánico del Automóvil Club Argentino (ACA), se encuentra ahora expuesta frente a la sede central de la institución, sobre la emblemática Avenida del Libertador. Esta muestra busca rememorar los fuertes lazos institucionales entre Argentina y el Vaticano, cobrando especial relevancia en estos días de duelo y evocación de la figura de Francisco.

La adaptación de esta camioneta en un vehículo papal fue una tarea contrarreloj, realizada en tan solo cuatro días por trabajadores del ACA, quienes laboraron en turnos continuos a pedido del Arzobispado de Buenos Aires. La visita de Juan Pablo II, que se extendió por 33 horas, tuvo lugar en un contexto particularmente sensible para el país, en pleno conflicto bélico por las Islas Malvinas.

Para cumplir con su trascendental misión, la Ford F-350 fue meticulosamente modificada. Se le incorporó una cabina especial, un piso reforzado con hierro y madera de quebracho, una alfombra roja, un asiento giratorio de color blanco destinado al Sumo Pontífice y bancos laterales para sus acompañantes. Conscientes del atentado sufrido por Juan Pablo II un año antes, el habitáculo fue equipado con cristales antibala y medidas de seguridad específicas para garantizar su integridad.

Pintado de un impoluto color blanco y luciendo el escudo vaticano en sus puertas, el Papamóvil portaba con orgullo las banderas de Argentina y del Vaticano en su parte frontal. A bordo de esta unidad, Juan Pablo II recorrió la Autopista Ricchieri, la Avenida 25 de Mayo y diversas calles de la Ciudad de Buenos Aires, brindando su bendición y saludo a la multitud de fieles que se congregaron a su paso, protegido tras los cristales blindados.

Debido a sus dimensiones, esta histórica camioneta nunca formó parte de la colección permanente del Museo del Automóvil del ACA. Por este motivo, la actual exposición representa una oportunidad inédita para que el público pueda apreciar de cerca este vehículo emblemático, que hasta ahora había permanecido fuera del alcance general.

El presidente del ACA, César Carman, expresó su sentir al respecto: “Siempre soñamos con poner a disposición de Francisco el Papamóvil que había usado Juan Pablo II en 1982, o diseñar uno nuevo”. En relación a la actual exhibición, añadió: “Pensamos que era adecuado recordar los lazos históricos con la Santa Sede y la disposición de la institución para recibir al Santo Padre. Lamentablemente no pudo ser con Francisco, pero tal vez en el futuro podamos recibir a su sucesor”. Esta muestra se erige así como un emotivo testimonio de un momento histórico y un símbolo de la profunda conexión entre Argentina y el Vaticano.