
Es un acto de piedad popular muy arraigado en la tradición católica durante la Semana Santa. El profundo significado de la tradicional visita a las siete iglesias en Semana Santa.
En plena Semana Santa, una de las tradiciones más arraigadas y significativas para los fieles católicos es el recorrido de las siete iglesias, una práctica emblemática de devoción y reflexión que se lleva a cabo el Jueves Santo.
Esta costumbre, con raíces en la Roma del siglo XVI, invita a acompañar espiritualmente a Jesús en los momentos cruciales previos a su crucifixión.
Durante la visita a los templos, los fieles son invitados a elevar una oración de reparación por el abandono del Sagrario y la poca frecuencia a la Santa Misa y la Comunión.
Este acto de piedad busca agradecer a Jesucristo por el don de la Eucaristía y del Sacerdocio, instituidos en la Última Cena, y acompañarlo en su soledad y sufrimiento en el Huerto de Getsemaní, recordando las afrentas recibidas en las casas de Anás, Caifás, Herodes, Pilato, en el Calvario, y acompañándolo en el silencio del sepulcro.
¿Cuál es el origen de recorrer las siete iglesias en Semana Santa?
El recorrido de las siete iglesias, también conocido como “Visita a los siete monumentos”, tiene su origen en la devoción a la Eucaristía y la conmemoración de los últimos momentos de Jesús. Se remonta al siglo XVI en Roma, donde los fieles visitaban siete basílicas principales en la noche del Jueves Santo, después de la Misa de la Cena del Señor, como un acto de piedad y penitencia, recordando la Pasión de Cristo y su agonía en el Huerto de Getsemaní.
Con el tiempo, esta costumbre se extendió por el mundo católico, adaptándose a las tradiciones locales. Simbólicamente, estas visitas representan el acompañamiento de los fieles a Jesús en sus recorridos desde la noche de su arresto hasta su crucifixión.
Según la tradición, cada iglesia, después de la Misa de la Cena del Señor, guarda el Santísimo Sacramento en el tabernáculo y erige un monumento en señal de acción de gracias por la Pasión redentora de Jesús.
El sentido de cada uno de los 7 recorridos
Primera iglesia: Se recuerda el trayecto de Jesús desde el Cenáculo hasta el Huerto de Getsemaní, donde oró y sudó sangre.
Meditación: Se reflexiona sobre la angustia de Jesús ante los sufrimientos venideros y su oración en Getsemaní.
Oración: Se pide fortaleza en los sufrimientos y el don de la oración.
(Se rezan 3 Padrenuestros)
Segunda iglesia: Se medita sobre el paso desde el Huerto de Getsemaní hasta la casa de Anás, donde fue interrogado y recibió una bofetada.
Meditación: Se contempla la entereza y mansedumbre de Jesús ante la humillación.
Oración: Se pide hablar con verdad y respeto.
(Se rezan 3 Padrenuestros)
Tercera iglesia: La oración se centra en el recorrido de Jesús hasta la casa de Caifás, donde recibió escupitajos, insultos y sufrió durante la noche.
Meditación: Se reflexiona sobre la falsedad de los testimonios y la negación de Pedro.
Oración: Se pide ser testigos valientes y fieles al amor de Jesús.
(Se rezan 3 Padrenuestros)
Cuarta iglesia: El centro de la reflexión es la primera comparecencia de Jesús ante Pilato, donde fue acusado falsamente.
Meditación: Se medita sobre la proclamación de Jesús como Rey de la Verdad y la Vida.
Oración: Se pide limpiar los labios y corazones para dar testimonio de Jesús.
(Se rezan 3 Padrenuestros)
Quinta iglesia: Se acompaña al Señor en su comparecencia ante el rey Herodes, quien junto con sus guardias también lo injuriaron.
Meditación: Se contempla el silencio de Jesús ante la curiosidad superficial de Herodes.
Oración: Se pide la gracia de hablar y callar oportunamente.
(Se rezan 3 Padrenuestros)
Sexta iglesia: Se medita sobre la segunda comparecencia ante Pilato, donde Jesús fue coronado de espinas y condenado a muerte.
Meditación: Se reflexiona sobre la injusticia de la condena y el sufrimiento de Jesús.
Oración: Se pide piedad divina ante las propias injusticias.
(Se rezan 3 Padrenuestros)
Séptima iglesia: Se recuerda el recorrido de Cristo desde la casa de Pilato hasta el Monte Calvario llevando la cruz, su muerte y su sepultura, anticipando su Resurrección.
Meditación: Se contempla la muerte de Jesús en la cruz y su sepultura.
Oración: Se pide esperar con fe la Resurrección y ser hombres y mujeres nuevos en Cristo.
(Se rezan 3 Padrenuestros)