
Imputan a un hombre por intento de femicidio tras brutal ataque con martillo a su pareja en barrio Amancay.
En una audiencia imputativa que se llevó a cabo en la mañana de este martes, la Fiscalía formalizó la grave acusación contra un hombre por el violento ataque perpetrado contra su pareja en el barrio Amancay de Rafaela. La fiscal del Ministerio Público de la Acusación (MPA), Favia Burella, imputó al individuo el delito de homicidio calificado en grado de tentativa, agravado por la relación de convivencia y el contexto de violencia de género.
El brutal episodio que conmocionó a la ciudad ocurrió en las primeras horas del pasado 15 de abril. La investigación de la Fiscalía reconstruyó que, tras una jornada de fuerte tensión doméstica, el imputado habría atacado a su pareja de 41 años utilizando un martillo de cabeza cuadrada y punta tipo cincel, propinándole un violento golpe en el rostro.
La agresión dejó a la mujer con graves lesiones, incluyendo una fractura en el arco cigomático y efisema subcutáneo. Los investigadores sostienen que el ataque se produjo en un contexto de hostigamiento, donde el hombre intentaba forzar a su pareja a abandonar el domicilio que compartían y a firmar documentos para la venta de un vehículo a nombre de ella.
Durante la audiencia, que se desarrolló de manera virtual y con algunas interrupciones técnicas, el acusado intentó justificar sus actos argumentando que “se trató de un accidente” y que “no tuvo intención de lastimar”. Sin embargo, la fiscalía desestimó esta versión, considerando que las pruebas recabadas encuadran el hecho como una tentativa de femicidio.
La audiencia fue presidida por el juez Gustavo Bumaguin, mientras que la defensa del imputado estuvo a cargo del abogado Aníbal Caula, del Sistema Público de Defensa Penal. Tras escuchar los argumentos de ambas partes, el magistrado resolvió prorrogar la detención preventiva del acusado, otorgando un plazo adicional a la defensa para presentar pruebas que considere relevantes para su estrategia legal. Este caso ha generado una profunda preocupación en la comunidad rafaelina, poniendo de manifiesto la grave problemática de la violencia de género.