
Ante más de 150.000 fieles reunidos en Roma, el nuevo Pontífice evocó con emoción la figura de su predecesor y lanzó un llamado urgente por la paz mundial.
Este domingo, antes del rezo del Regina Coeli, el Papa León XIV emocionó a miles de fieles al recordar con cariño al Papa Francisco. “Durante la Misa he sentido fuerte la presencia espiritual del Papa Francisco, que desde el cielo nos acompaña”, expresó el Santo Padre desde la Plaza de San Pedro, desatando una ovación entre las más de 150.000 personas presentes.
La jornada estuvo marcada por gestos cargados de simbolismo y espiritualidad. En lugar de recitar la tradicional oración pascual, León XIV volvió a optar por entonarla, fiel a su estilo litúrgico personal. Además, destacó la reciente beatificación del sacerdote Camille Costa de Beauregard, a quien describió como “testigo de una gran caridad pastoral”.
Clamor por la paz
En su mensaje, el Papa no esquivó la realidad mundial. Hizo un llamado a la comunidad internacional a no cerrar los ojos ante los conflictos que siguen dejando un saldo de dolor y muerte.
“En Gaza, los niños, las familias, los ancianos sobrevivientes han sido reducidos al hambre”, denunció con firmeza. También se refirió a “la martirizada Ucrania”, que, según sus palabras, “espera, finalmente, negociaciones por una paz justa y duradera”.
León XIV lamentó también los recientes episodios violentos en Myanmar, donde “nuevas hostilidades han quebrado jóvenes vidas inocentes”.
Un llamado a la esperanza
El Pontífice recordó que apenas dos días después de su elección, visitó el santuario mariano de Genazzano, donde se venera a la Madre del Buen Consejo, cuya imagen estuvo presente durante la celebración. “Imploremos por su intercesión el don de la paz, el auxilio y el consuelo para los que sufren, y para todos nosotros, la gracia de ser testigos del Señor Resucitado”, dijo.
Presencia internacional y devoción popular
En sus saludos finales, León XIV agradeció a las delegaciones de más de 150 países, así como a representantes de otras confesiones cristianas y religiones. También saludó especialmente a los miles de peregrinos que llegaron por el Jubileo de las Cofradías.
“Queridos, les agradezco porque mantienen vivo el gran patrimonio de la piedad popular”, expresó, cerrando un día histórico con palabras que mezclaron gratitud, memoria y esperanza.