En una tarde cargada de nostalgia, la noticia del fallecimiento de Francesc Picas, a la edad de 53 años, resonó en los corazones de una generación que bailó al ritmo y los movimientos extravagantes de Loco Mía. La información fue compartida por la familia del artista a través de las redes sociales, generando una onda de pesar entre sus seguidores y la comunidad del espectáculo.
“La Luz de Francesc se ha apagado en esta vida, pero nunca lo hará en la eternidad. Queda en el corazón y la memoria de todos aquellos que tanto le hemos querido”, expresó la familia en un emotivo mensaje escrito en castellano y catalán, dedicado a amigos y seguidores. Solicitaron privacidad en este doloroso momento y pidieron que el legado humano y artístico de Francesc se preserve con amor y respeto.
Francesc Picas se unió a Loco Mía a los 18 años, iniciando un viaje que lo catapultaría a la fama con un estilo estético y disruptivo que marcó los primeros años de la década de 1990. La noticia de su partida en Barcelona conmociona a quienes, en Ibiza, Buenos Aires y alrededor del mundo, vibraron al ritmo de las canciones del icónico grupo.
En una reciente entrevista con Teleshow, Francesc habló sobre el padecimiento de la fama y su último proyecto, In Time, que presentó en Buenos Aires hace apenas tres meses. Durante la entrevista, reveló sus luchas internas, su autoexigencia y el síndrome del impostor que lo acompañaron a lo largo de su carrera.
“He sido siempre muy autoexigente: he tenido también el síndrome del impostor”, confesó en la charla con Mariana Dahbar en Infobae. Después de Loco Mía, intentó una carrera en solitario con el disco “Bendición”, pero la sombra del grupo lo perseguía, y una vez más, tuvo que buscar alternativas para escapar del síndrome que lo atormentaba.
Francesc también compartió sus experiencias durante la producción de películas sobre Loco Mía, donde enfrentó desafíos éticos al no querer respaldar narrativas que consideraba distorsionadas. Este período de introspección llevó al artista a cerrar definitivamente su historia con el grupo y encontrar una manera de soltar el pasado.
“Hay un final para toda historia, bueno o malo, pero que tenga un final”, reflexionó Francesc en el pasado, palabras que resuenan hoy en medio de la tristeza que envuelve su partida. Con su muerte, se apaga físicamente la luz de Francesc Picas, pero su legado musical y artístico continuará brillando en la eternidad. La generación que bailó con Loco Mía despide a uno de sus íconos, agradecida por los recuerdos y la magia que dejó en cada movimiento y melodía.