
En una entrevista que sacudió al espectáculo argentino, Marcela Tauro reveló que Mirtha Legrand, a sus 97 años, ha delegado por completo el control de sus finanzas y agenda profesional, apuntando a su nieto Nacho Viale como el posible responsable de estas decisiones.
“La Chiqui está en otro momento de su vida”
Durante su participación en Radio Splendid AM 990, Tauro aseguró:
“Ya no maneja su plata, ha dejado muchas cosas en manos de otros. Es natural, pero hay que preservar su legado”.
Aunque evitó dar nombres, todo indica que Nacho Viale, productor y figura clave en su carrera reciente, sería quien administra sus ingresos y proyectos.
El delicado equilibrio entre leyenda y retiro
Tauro, conocida por su cercanía con la diva, reflexionó sobre el desafío de mantener su imagen sin forzar su presencia:
“Es una diosa de la TV, pero no me gustaría verla apagarse en pantalla. Merece irse en lo más alto, como las grandes”.
Este comentario llega en un momento donde Mirtha aparece esporádicamente en TV, aunque su influencia sigue intacta: su programa en El Trece marcó récords históricos.
Tauro vs. el periodismo “low cost”
La también panelista de Intrusos aprovechó para:
- Alabar a Flor de la V como conductora: “Tiene una calidez única”.
- Criticar la TV actual: “Está desdibujada, le falta identidad”.
- Despotricar contra las redes sociales: “Ahora cualquiera con un celular cree ser periodista, pero el oficio se hace con fuentes y calle”.
¿Qué pasa con el patrimonio de Mirtha?
Aunque no hay cifras oficiales, se estima que su fortuna incluye:
- Propiedades (como su departamento en Puerto Madero).
- Derechos de su programa (en el aire por 55+ años).
- Inversiones gestionadas históricamente por su familia.
¿Por qué importa?
El anuncio de Tauro reavivó el debate sobre el derecho al retiro digno de los íconos y cómo las dinastías mediáticas (como los Viale) terminan controlando el legado de las estrellas.
Lo que se viene:
Mientras los rumores sobre su salud siguen bajo perfil, todo indica que Mirtha seguirá apareciendo en eventos puntuales, pero con Nacho como cerebro tras bambalinas. Una transición que, para Tauro, debería ser “con todos los honores”.