La cadena mayorista Makro, líder en el sector junto con Maxiconsumo y Diarco, enfrenta un panorama complicado en Argentina.
Tras 35 años operando en el país, la empresa controlada por el grupo neerlandés SHV Holding decidió poner en venta sus 24 sucursales distribuidas en 10 provincias. La razón: la dura recesión y la caída del consumo que afectan al mercado mayorista.
Makro otorgó un mandato de venta al Banco Santander y ya se encuentra en negociaciones con posibles compradores, incluidos sus principales competidores.
Aunque la oficina de la empresa en Buenos Aires negó que la cadena esté en venta, los rumores de conversaciones con actores del sector mayorista y cadenas de supermercados son cada vez más fuertes.
El grupo SHV Holding comenzó un proceso de desinversión en la región hace algunos años, vendiendo sus operaciones en otros países de América Latina como Perú, Brasil y Venezuela.
Ahora, Argentina parece ser la siguiente en la lista. Según fuentes cercanas, la operación está valuada en unos 200 millones de dólares.
Consumo en picada: un mercado que no perdona
El desplome del consumo mayorista es innegable. Según datos de la consultora Scentia, solo en agosto de 2024 las ventas cayeron un 18,8%.
Las estadísticas del INDEC también reflejan este panorama sombrío: en junio de 2024, el Índice de ventas totales a precios constantes para autoservicios mayoristas registró una disminución del 14,5% en comparación con el mismo mes del año anterior.
A pesar del incremento de las ventas a precios corrientes, impulsado por la inflación, la realidad es que el volumen de ventas ha caído significativamente. Esto se traduce en menos compradores para un mercado que ya no puede sostener a tantos jugadores.
La historia de Makro en Argentina
Makro llegó a Argentina en 1988, abriendo su primera tienda en Olivos. Durante un tiempo, la empresa mantuvo una alianza con el grupo Tía, liderado por Francisco de Narváez.
En 2009, la cadena mayorista adquirió la firma Roberto Basualdo S.A., expandiendo su presencia en el sector de perfumería y limpieza. Sin embargo, la expansión en América Latina fue breve, y Makro redujo su presencia a solo dos países: Argentina y Colombia.