El Senado aprobó un aumento del 6,5% en dos tramos para las dietas de los legisladores, alineado con las paritarias del sector estatal.
Esta decisión eleva el salario de los senadores a $9 millones mensuales, suscitando polémica y un intento fallido de desenganche.
El aumento salarial y sus justificaciones
El Senado de la Nación ha oficializado un incremento en las dietas de los legisladores nacionales del 6,5% dividido en dos tramos, basado en el acuerdo paritario de los gremios estatales.
Este ajuste llevará los ingresos mensuales de los senadores a $9 millones, lo que ha generado diversas reacciones tanto dentro como fuera del Congreso.
El primer tramo del aumento, un 3,5%, se aplicará de manera retroactiva desde el 1º de julio, mientras que el segundo 3% se efectivizará a partir del 1º de agosto.
Desde la Presidencia del Senado, trascendió que la vicepresidenta Victoria Villarruel se opuso a incluir a los senadores en esta resolución, buscando sin éxito que estos se “desengancharan” del incremento.
Debate interno y presiones externas
Las autoridades del Senado explicaron que el aumento responde a la paritaria acordada para todos los empleados del Congreso y que, a pesar de las resistencias, hubo una fuerte presión por parte de gremios y de la Cámara de Diputados, en particular de su presidente, Martín Menem, para que el Senado firmara el ajuste. Según fuentes del Senado, se trató de una decisión impulsada para marcar una línea de recomposición salarial general en el Poder Legislativo.
“Es el mismo aumento que otorgó el Poder Ejecutivo. Pese a las notas que presentaron algunos senadores pidiendo desengancharse, no se logró consenso”, explicaron.
Una resolución con amplio respaldo gremial
La resolución lleva la firma de diversas autoridades del Congreso, como María Laura Izzo y Agustín Giustinian por el Senado, y Laura Oriolo y Diego Molina Gómez por Diputados.
También suscriben representantes de gremios como APL, ATE y UPCN. Este consenso entre autoridades legislativas y sindicales refuerza la legitimidad del acuerdo, aunque la controversia persiste en el ámbito público.
Conclusión: un aumento que marca posición
El incremento de las dietas de los senadores nacionales a $9 millones mensuales no ha pasado desapercibido. Aunque basado en una paritaria, el contexto económico y social del país agrega una capa de complejidad a la discusión.
La decisión de mantener el aumento para los legisladores, a pesar de las diferencias internas, refleja las tensiones y presiones dentro del Congreso a la hora de definir la recomposición salarial.