
La entidad realizó un relevamiento de las políticas de desburocratización y facilitación de importaciones.
Según los resultados recabados en el Foro de Opinión Empresarial de la Encuesta Coyuntural que la Fundación Observatorio Pyme (FOP) realizó para el cuarto trimestre de 2024, las pymes manufactureras enfrentan una fuerte presión competitiva, “a partir de la combinación de la apreciación cambiaria, la desregulación del comercio exterior y el aliento a las importaciones, en el marco de muy bajos niveles de actividad y brechas estructurales de productividad así como tensiones en la competitividad sistémica”.
Según el análisis de la FOP, “la economía está transitando un sendero de desregulación del comercio exterior, que podría tener impactos ambiguos sobre la producción: mientras simplifica ciertas operatorias que favorecen el acceso a insumos, componentes y tecnología, avanza en una apertura comercial que incentiva la entrada de productos terminados, así como la sustitución de proveedores locales por externos.
La apertura además convive con ciertos incentivos a la importación (rebajas impositivas y arancelarias) que, en ausencia de medidas análogas que promuevan la producción local, podrían opacar los impactos positivos del esquema y acentuar los negativos, además de deteriorar la balanza comercial”.
En efecto, “los datos del Observatorio Pyme indican que en la industria manufacturera ya hay un aumento de la amenaza importadora así como una creciente pérdida de mercado a manos de importadores. China y Brasil son los principales orígenes de las amenazas, pero para algunos sectores también preocupa la entrada de productos desde otros países limítrofes y también desde los grandes centros industriales (Norteamérica, Unión Europea y resto de Sudeste Asiático).
También se advierte una creciente sustitución de producción local por importada, tanto de insumos como de producción final. En 2024 el 18% de las pymes sustituyó insumos locales por importados y un 7% reemplazó producción propia por importada. En ausencia de modificaciones en el régimen cambiario, esta situación se intensificará a lo largo de 2025: las expectativas para el año muestran que un 30% de empresas espera aumentar sus importaciones de insumos y un 18% aquellas de productos terminados”.
Así, “en un panorama macroeconómico donde todavía persisten incógnitas, las pymes manufactureras buscan un nuevo punto de equilibrio. Por ahora predominan las estrategias defensivas de reducción de costos, pérdida de rentabilidad, postergación de inversiones, suspensión y reducción de personal y horas extras. La tendencia es clara y preocupante por su impacto en la pérdida de puestos de trabajo: el 2024 cerró con la mayor baja (-5,8% i.a.) desde la crisis internacional de 2009”.
Fuente: FOP.