La dulce tradición de los Huevos de Pascua

En muchos países, la celebración de la Resurrección se acompaña de una tradición entrañable: esconder dulces para que los niños los encuentren, con la figura del icónico “conejo de Pascua”. Por ello, es una costumbre alegre regalar huevos de chocolate llenos de dulces a niños y amigos.

Algunos incluso combinan esta tradición con el significado religioso, interpretando la búsqueda de los huevitos escondidos como la búsqueda personal de cada cristiano por el Cristo resucitado.

El origen de esta costumbre se remonta a los antiguos egipcios, quienes tenían la tradición de regalar huevos decorados artesanalmente. Los más bellamente pintados eran considerados regalos valiosos y se exhibían como adornos en los hogares.

Con la llegada del cristianismo, la tradición evolucionó. Durante la Cuaresma, los primeros cristianos practicaban sacrificios, incluyendo la abstinencia de comer huevos. Al llegar el Domingo de Pascua, salían de sus casas con canastas llenas de huevos para regalar a otros cristianos, celebrando con alegría la Resurrección de Jesús.

Hoy, en este Domingo de Pascuas, renovemos nuestra fe y esperanza, celebrando la vida que triunfa sobre la muerte y el amor que ilumina nuestro camino. ¡Felices Pascuas para todos!