Con el avance de la campaña gruesa en un verano que ya propuso temperaturas no tan exageradas como las temporadas anteriores, con mucha humedad y lluvias que se presentan constantes, aunque con episodios intensos por regiones, ya se permite vislumbrar un cambio productivo positivo. Desde la Sociedad Rural de Rafaela recorrimos los cultivos de nuestra zona para entender cuáles pueden ser los parámetros de la campaña 2023/2024.“En la zona se sembró muy poco maíz de primera, el que se va a cosechar en marzo. Hay muy poco, porque faltó humedad para sembrarlo en su momento. Por lo tanto, se espera que a partir de abril y mayo se tengan buenos resultados para la soja”.
El Ing. Agr. Luis Mondino explica que la baja que se está reportando en cuanto a precios depende de muy pocos jugadores. “Lo que se está dando es como consecuencia del aumento de la oferta. Estados Unidos tuvo una cosecha récord y Brasil se encamina a números muy importantes. Esos dos factores, que son los valores de mayor influencia para Argentina, presionan a la baja para mayo. Si bien todavía se está por encima de los promedios, con 300 dólares aproximadamente, pero tendiendo a la baja por aumento de oferta global”.
Lo que sucede con la soja, se replica en el maíz con unos 155 mil pesos en la referencia actual. El girasol está a unos 350 dólares y en esta región la producción es históricamente poca.
En cuanto al trigo, que en nuestra región está todo cosechado y se liquida a medida que lo requiere el mercado -restando aún los de mayor rendimiento en Buenos Aires- muestra precios sostenidos, en buen nivel, a unos 200 dólares como promedio. La estimación ronda 14,5 millones de toneladas, siendo un gran resultado en esta salida de la sequía.
El estado de los cultivos es muy bueno en general, “hubo proliferación de insectos por encima de lo normal, pero para eso tiene el productor soluciones de manejo y aplicación adecuada de fitosanitarios, con lo cual se espera una muy buena cosecha nacional que podría llegar a unas 50 millones de toneladas entre soja y maíz. Se espera que le vaya bien al campo, a la zona y al país”.
En este sentido, una buena campaña vendría a salvar situaciones complejas para los productores. “Viniendo de tres años de seca muy importante, fuertísima, hay muchas deudas que pagar por insumos y servicios anteriores, por eso las perspectivas son muy buenas, para levantar la cabeza y poder pensar en la producción”.
El Ing. Mondino entiende que “el productor argentino es un empresario espectacular, es el que más sabe de todas las cosas juntas, de agricultura, de bancos, de dinero, de química, de biología, por eso tenemos a los mejores del mundo, aún trabajando con un socio que no quiere, que se lleva el 33 por ciento sin poner nada, pero también con otros profesionales que permiten que se generen alimentos de alta calidad, respetando al ambiente y dependiendo siempre de la naturaleza, del clima”.
Mirando más allá de la campaña actual, Mondino explica que “siendo Argentina el líder mundial en la producción de harina y aceite de soja, con mercados bien definidos, se tenía un diferencial de retenciones a favor de este complejo. La soja, el poroto entero, siempre pagó 33 por ciento y sus subproductos estaban en 31 por ciento. La intención ahora es equipararlos en 33 puntos y que compitan en igualdad impositiva”.
Concretamente, esto puede afectar de manera directa al complejo agroindustrial del cordón ubicado en el Gran Rosario. “La suba de impuestos no es positiva. Sabemos que lo único que cabe hacer con las retenciones es sacarlas, es un impuesto completamente distorsivo que va en contra del sector, del trabajo, de los argentinos y de la Argentina. Es una caja que utiliza el Estado para expoliar a los productores en su negocio y para destruir riqueza”.
Luis Mondino, que es integrante de la Comisión Directiva de la SRR, indicó que “además de pagarse la cosecha con un dólar oficial diferencial y con las retenciones, el Estado se ha convertido en un socio no querido, que se queda con un tercio de la ganancia del productor, con lo cual se demuestra que hay una intención negativa que afecta directamente al campo”.
Esto no sólo sucede con dos puntos más para el complejo sojero, sino que trigo y maíz pasarían de pagar nueve puntos a 15, siendo ese número en el que quedarán muchas economías regionales. “Lo que en general explican los productores es que es sabido que siempre hay que hacer un esfuerzo, saben que el agro es el único sector que puede aportar divisas inmediatamente. Aunque la promesa de campaña de Javier Milei fue tener en cero las retenciones, por eso el campo está exigiendo que se cumplan las promesas”, indicó.