En un giro inesperado, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ha lanzado una advertencia contundente a los cárteles de la droga en la ciudad de Rosario. En una conferencia de prensa celebrada ayer, Bullrich anunció que tomará medidas legales contra los narcotraficantes por sus actos delictivos.
La situación en Rosario ha sido tensa en los últimos meses, con un aumento significativo en la violencia relacionada con el tráfico de drogas. La ministra Bullrich no ha dudado en señalar a los cárteles como los responsables de esta escalada de violencia. “No vamos a permitir que los narcos sigan operando impunemente en nuestras calles”, declaró con firmeza.
El anuncio de Bullrich se produce después de una serie de enfrentamientos armados en la ciudad, que han dejado un saldo de muertes y heridos. Los residentes de Rosario han estado viviendo con miedo, y muchos han pedido una acción más enérgica por parte de las autoridades.
En su discurso, Bullrich también hizo referencia a la colaboración entre las fuerzas de seguridad federales y provinciales. “Estamos trabajando en estrecha coordinación con la policía local y otras agencias para desmantelar estas redes criminales”, afirmó. “No descansaremos hasta que los responsables sean llevados ante la justicia”.
La ministra no especificó qué tipo de denuncias presentará contra los narcotraficantes, pero se espera que se centren en cargos relacionados con el tráfico de drogas, la extorsión y la violencia armada. Además, instó a los ciudadanos a denunciar cualquier actividad sospechosa y colaborar con las investigaciones.
La reacción a la advertencia de Bullrich ha sido mixta. Algunos la ven como un paso necesario para combatir la creciente criminalidad en Rosario, mientras que otros temen represalias por parte de los cárteles. Sin embargo, la ministra se mantiene firme en su compromiso de llevar a los delincuentes ante la justicia y devolver la paz a la ciudad.
En resumen, la advertencia de Patricia Bullrich a los narcos de Rosario marca un punto de inflexión en la lucha contra el crimen organizado en la región. La pregunta que queda en el aire es si esta acción será suficiente para detener la ola de violencia y devolver la tranquilidad a los habitantes de la ciudad.