
Desde este domingo 1 de junio, los precios de los combustibles registran un nuevo incremento en todo el país. La suba, que ronda el 1% promedio, se debe a la actualización de los impuestos que aplica el Estado sobre los combustibles líquidos y el dióxido de carbono.
La medida fue oficializada mediante el Decreto 368/2025, publicado en el Boletín Oficial el viernes 30 de mayo, como parte del paquete de ajustes fiscales impulsado por el Gobierno nacional.
Un impacto directo al bolsillo
Aunque el aumento porcentual puede parecer moderado, su impacto varía según la región y el tipo de combustible, afectando directamente tanto a usuarios de nafta como de gasoil.
La actualización vuelve a poner en debate el peso de la carga impositiva en la estructura de precios que los consumidores pagan en el surtidor.
Este nuevo ajuste se suma a una serie de incrementos que, en los últimos meses, vienen golpeando al sector del transporte y a los hogares, en un contexto de inflación persistente y revisión constante de tarifas.