En un giro alarmante de los acontecimientos en Medio Oriente, Irán llevó a cabo un ataque directo contra territorio israelí, marcando un punto crítico en la escalada de tensiones en la región.
El incidente, que tuvo lugar en la tarde del sábado, fue el primer ataque de este tipo por parte de Irán contra Israel, desencadenando preocupaciones sobre una posible escalada mayor en el conflicto mientras Estados Unidos reafirma su apoyo a su aliado.
Irán desplegó un enjambre de drones explosivos y lanzó misiles contra Israel, desencadenando una serie de explosiones que fueron percibidas desde distintas ubicaciones. Si bien no se reportaron víctimas de inmediato según el servicio de ambulancias, el impacto de este ataque no puede subestimarse.
El ejército israelí informó que más de 100 drones fueron lanzados desde Irán, mientras fuentes de seguridad en Irak y Jordania reportaron la presencia de decenas de estos drones sobrevolando la región. Además, se ha informado que aviones de guerra estadounidenses y británicos participaron en el derribo de algunos de estos drones.
Respuesta y preparación
El gobierno israelí ha prometido una “respuesta significativa” al ataque, mientras que las fuerzas militares han sido puestas en alerta máxima. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, convocó al gabinete de guerra para abordar la situación en un cuartel militar en Tel Aviv.
El portavoz militar de Israel, el contraalmirante Daniel Hagari, calificó el ataque como “grave y peligroso”, destacando la preparación del país para defenderse tanto de los drones como de posibles misiles. Se han emitido advertencias a los residentes en áreas amenazadas para que permanezcan cerca de los refugios antiaéreos.
Condena internacional
El ataque de Irán ha generado una condena generalizada a nivel internacional. Países como la Unión Europea, Gran Bretaña, Francia, México, República Checa, Dinamarca, Noruega y Holanda han expresado su rechazo al acto de agresión por parte de Irán.
La situación en la región se vuelve cada vez más tensa, con múltiples países tomando precauciones y preparándose para cualquier eventualidad. La amenaza de un conflicto abierto entre Irán y sus aliados regionales contra Israel y Estados Unidos es cada vez más real, lo que aumenta la preocupación por la estabilidad en Medio Oriente.
Este ataque marca un punto crítico en las relaciones entre los países involucrados y plantea interrogantes sobre el futuro de la región y las posibles repercusiones a nivel global.