
La República de Annobón, una isla ubicada en el Golfo de Guinea, ha solicitado oficialmente convertirse en estado asociado a la Argentina. Su primer ministro denunció represión y clamó por ayuda humanitaria, apelando a lazos históricos con el Virreinato del Río de la Plata.
En un hecho diplomático inédito, la República de Annobón, una remota isla africana en el corazón del Golfo de Guinea, ha solicitado formalmente ser un estado asociado a la Argentina. El pedido fue realizado por su primer ministro, Orlando Cartagena Lagar, quien desde Buenos Aires denunció una grave situación humanitaria y represión por parte del régimen de Guinea Ecuatorial.
“Fuimos parte del mismo territorio. Hoy pedimos auxilio a la Argentina, nuestro país hermano”, declaró Cartagena Lagar, argumentando que Annobón formó parte del Virreinato del Río de la Plata antes de ser cedida a la corona española en el siglo XVIII. Esta solicitud proyecta a la Argentina hacia una posible e inédita presencia en tres continentes: América del Sur, la Antártida y ahora, África.
La historia de Annobón: un llamado de auxilio
La isla de Annobón fue descubierta por los portugueses el 1 de enero de 1473 y fue poblada por africanos de Santo Tomé y Angola. Su cultura autóctona es resultado de una mezcla entre influencias portuguesas y africanas colonizadas.
Entre 1777 y 1778, la soberanía de la isla fue transferida a España mediante una serie de tratados. Sin embargo, Annobón permaneció en un estado de autonomía local, con una toma de posesión conflictiva y jurídicamente dudosa. Desde entonces, la isla ha vivido un profundo abandono institucional, careciendo de servicios básicos como agua potable, electricidad y atención médica.
Cartagena Lagar fue tajante al describir la situación actual: “Nos están matando lentamente”. Su denuncia, que incluye graves acusaciones de violaciones de derechos humanos y el corte de comunicaciones por parte de Guinea Ecuatorial, ya llegó al Congreso argentino, donde el tema ha comenzado a debatirse. La decisión que se tome en los próximos días podría tener implicaciones geopolíticas de gran alcance.
Este complejo y singular pedido abre un debate profundo sobre autodeterminación, derechos humanos y el rol que Argentina está dispuesta a asumir en el escenario internacional.