Incidentes violentos suspenden el clásico entre Ferro y Peñarol

Una vez más, la violencia opacó el fútbol. El partido entre Ferrocarril del Estado y Peñarol, correspondiente a la cuarta fecha del Torneo Apertura de Primera A, debió ser suspendido a los 36 minutos del segundo tiempo tras graves incidentes dentro y fuera de la cancha.

El momento que desató el caos

El encuentro, considerado un “clásico moderno” por la creciente rivalidad entre ambas hinchadas, transcurría con normalidad hasta que, con el marcador 1-0 a favor de Peñarol, Alejandro Rabellino empató para Ferro desde el punto penal.

Sin embargo, lo que debería haber sido un momento de celebración se convirtió en el detonante del conflicto: una provocación hacia la hinchada visitante generó la reacción inmediata del arquero Joaquín Pinzano y sus compañeros, que se abalanzaron sobre el jugador.

A partir de ese instante, el partido se tornó ingobernable. Enfrentamientos entre jugadores, invasiones de hinchas al campo de juego y una policía que, una vez más, falló en prevenir los disturbios llevaron al árbitro a decretar la suspensión del encuentro.

La seguridad, otra vez en entredicho

Mientras los futbolistas intentaban calmar los ánimos, la policía no logró contener la situación y optó por desalojar masivamente el estadio, afectando incluso a familias y espectadores ajenos a los disturbios.

La falta de protocolos efectivos y la repetición de estos episodios ponen en evidencia un problema estructural que el fútbol argentino no ha sabido resolver.

Reflexión urgente: ¿hacia dónde vamos?

Este nuevo capítulo de violencia en la Liga Regional de Fútbol (LRF) deja en claro que las medidas punitivas no son suficientes. Desde Ultimas24.com.ar planteamos una vez más la necesidad de trabajar en la educación y la prevención, porque sin un cambio de fondo, estos lamentables episodios seguirán repitiéndose.

El fútbol debe ser un espacio de pasión, no de barbarie. ¿Hasta cuándo seguiremos permitiendo que unos pocos arruinen el deporte para todos?