Este jueves, un operativo de requisa en la cárcel de Las Flores, ubicada en el norte de la ciudad de Santa Fe, derivó en el descubrimiento de al menos 15 ladrillos de droga ocultos en el interior de un pozo.
El hallazgo fue realizado por un oficial del Servicio Penitenciario Provincial, quien alertó de inmediato a sus superiores. Ante la gravedad del caso, se convocó a la División Antinarcóticos de Microtráfico de la Policía de Investigaciones (PDI), que confirmó la presencia de los estupefacientes.
Aunque no se brindaron detalles oficiales sobre el peso total de la droga incautada, se estima que cada “ladrillo” puede pesar entre 850 gramos y un kilogramo, lo que sugiere un volumen significativo de sustancias ilegales dentro del penal.
En paralelo al hallazgo de drogas, efectivos de Gendarmería Nacional, convocados por orden del fiscal federal a cargo de la causa, realizaron una requisa en los pabellones de la cárcel. Durante el operativo, se incautaron varios teléfonos celulares, lo que reavivó las sospechas sobre fallas en los controles de seguridad y la posible complicidad de internos y visitas en el ingreso de elementos prohibidos.
La investigación avanza con estricto hermetismo, ya que las autoridades buscan determinar cómo lograron ingresar tanto la droga como los celulares al penal. Este hecho pone nuevamente en el centro del debate la seguridad en las unidades penitenciarias y los mecanismos de control para evitar que elementos clave para actividades delictivas, como drogas y dispositivos de comunicación, lleguen a manos de los internos.