En un escalofriante caso de abuso sexual intrafamiliar, un hombre de 54 años, cuyas iniciales son HOG, ha sido condenado a 27 años de prisión por abusar sexualmente de manera reiterada de sus cinco hijas menores de edad en Suardi, en el departamento de San Cristóbal, Argentina.
El veredicto fue emitido por un tribunal compuesto por los jueces Gustavo Bumaguin y Nicolás Stegmayer, junto con el conjuez Hugo Parma. La fiscal Favia Burella representó al Ministerio Público de la Acusación (MPA) en las audiencias del juicio.
El proceso judicial tomó un giro inesperado cuando, durante el inicio del juicio oral, el acusado expresó su deseo de evitar el debate y optar por un juicio de procedimientos abreviados. Además, aceptó las calificaciones penales y el monto de la pena solicitada por la Fiscalía.
La fiscal Burella explicó que, aunque no se opusieron al pedido del acusado, sostuvieron que la condena debía ser de 27 años de prisión, tal como lo habían solicitado en su acusación inicial. También insistieron en que la calificación penal debía ser la misma que habían atribuido desde la Fiscalía.
Finalmente, el acusado admitió su responsabilidad en todos los cargos presentados en su contra y estuvo de acuerdo, al igual que su abogado defensor, con la pena impuesta, la calificación penal y el procedimiento. Además, las víctimas mayores de edad y la representante legal de las hermanas menores también mostraron su conformidad con la sentencia.
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La fiscal Burella enfatizó que este acuerdo unánime entre todas las partes involucradas permitió que el tribunal declarara admisible el procedimiento, convirtiendo el juicio oral en una audiencia de juicio abreviado y emitiendo una sentencia condenatoria.
En relación a los delitos cometidos, Burella detalló que las víctimas, todas hijas del acusado, fueron agredidas sexualmente de manera reiterada en la casa en la que convivían en Suardi. Estos abusos ocurrieron cuando las víctimas eran menores de edad y estaban en la escuela primaria, en un contexto de violencia de género, donde el acusado amenazaba con quitarles la vida a ellas y a su madre si se resistían o compartían los abusos con alguien más.
Las pruebas recopiladas durante el proceso, que incluyeron exámenes médicos, pericias científicas y testimonios, confirmaron la vulnerabilidad de las víctimas y el abuso sistemático por parte del acusado, quien se aprovechó de la situación de convivencia y el vínculo familiar para cometer estos horribles actos.
Para proteger la identidad de las víctimas, el nombre y apellido del condenado no se ha revelado. El caso es un triste recordatorio de la importancia de abordar y prevenir los abusos sexuales intrafamiliares y la violencia de género en la sociedad.