Su esposa descubrió el cuerpo flotando con precintos en las manos y pies, lo que ha generado una ola de conmoción y especulación en la comunidad.
En un giro escalofriante de los acontecimientos, Osvaldo Daniel Rofrano, un empresario de 63 años y presidente de Gases Aconcagua, fue encontrado muerto en la pileta de su casa en el exclusivo barrio privado Las Candelas II, en Chacras de Coria, Mendoza.
Rofrano había utilizado sus redes sociales días antes para denunciar amenazas de “líderes narcos y de la trata”, dejando claro que no tenía intenciones de suicidarse. En un mensaje contundente, escribió: “Ante las amenazas recibidas por tucumanos, aclaro: no me voy a suicidar.
Cualquier daño que se produzca a nuestra familia y/o empresa, responsabilizo a los mafiosos líderes narco y de trata que pretenden amedrentar a los que ponemos la vida para seguir generando trabajo y dignidad.
La escena fue descubierta por su esposa al regresar a casa, quien de inmediato alertó a las autoridades del country. La policía y la fiscal de Homicidios, Andrea Lazo, se presentaron rápidamente en el lugar para iniciar la investigación. Aunque las cámaras de seguridad no registraron el ingreso de terceras personas, y los precintos estaban desajustados, lo que sugiere un posible suicidio, las circunstancias siguen siendo sospechosas⁴.
Los investigadores no descartan ninguna hipótesis y esperan los resultados de la autopsia para determinar las causas exactas de la muerte. Mientras tanto, la comunidad empresarial y los residentes de Mendoza están en estado de shock, recordando a Rofrano como un hombre comprometido con su trabajo y la lucha contra el crimen organizado.
Este caso pone de relieve los peligros que enfrentan aquellos que se atreven a denunciar actividades ilícitas y la necesidad de una mayor protección para quienes se encuentran en la mira de organizaciones criminales. La muerte de Rofrano es un recordatorio sombrío de los riesgos asociados con la valentía de enfrentar a los poderosos y corruptos.