
“Mi esposo no lo entendió y casi me apedrean”, lamentó.
Tras ser denunciada por su esposo por llevar una “doble vida”, una joven de 22 años oriunda de Santiago del Estero rompió el silencio y relató el calvario que vivió luego de que se conociera que había vendido contenido en una plataforma digital antes de conocer a su pareja.
“Mi esposo me golpeó, mientras sus amigos y la madre de uno de ellos me gritaban prostituta. No puedo creer que por haber estado cinco meses en OnlyFans, mucho antes de conocerlo, todo se haya destruido. Me humilló, accedió a copias privadas de mi pasado y las compartió con sus amigos”, denunció la joven, aún en estado de shock.
La historia se volvió pública luego de que su pareja, con quien se había casado apenas diez días antes, la denunciara por “tener una doble vida” y por compartir imágenes íntimas en una plataforma digital.
El hecho generó un fuerte revuelo mediático y judicial. Ayer, acompañada por su abogado, Javier Leiva, la joven brindó su versión de los hechos desde un domicilio del barrio Campo Contreras.
“Jamás me habían humillado así. Me gritaban hasta los supuestos precios que cobraba. Fue una pesadilla”, expresó.
Según su relato, la relación comenzó a fines de 2024, cuando ambos trabajaban como bartenders en un local nocturno. Formalizaron la relación el 25 de diciembre y en enero comenzaron a convivir en la casa de la madre de él.
“Pasamos algunas semanas en casa de mi hermana, en La Banda, pero siempre vivíamos con algún familiar. Nunca estuvimos realmente solos”, recordó.
La convivencia fue corta e intensa. Se casaron el 25 de marzo, pero apenas unos días después todo cambió. Según contó, su esposo revisó su computadora y encontró en una copia de seguridad el material que había publicado en OnlyFans meses antes de iniciar la relación.
“No se lo conté porque era parte de mi pasado. No creí que fuera necesario, ni que definiera quién soy hoy”, explicó.
El hallazgo derivó en una reacción violenta. El joven la echó de la casa que alquilaban y, cuando ella volvió al día siguiente con su hermana para retirar sus pertenencias, fue agredida verbal y físicamente. “Me llamaron prostituta, drogadicta. Él no hizo nada mientras me golpeaban. Me defendí como pude”, relató con voz quebrada.
El hecho terminó con una denuncia en su contra y una orden de restricción solicitada por la fiscal Lucía González Farías. “Al principio quería salvar la relación, pero ya entendí que no hay amor posible donde hay desconfianza, violencia y humillación. Él podría haber hablado conmigo, pero eligió exponerme”, señaló. “Solo faltó que me apedrearan, como en los tiempos en los que a una mujer se la castigaba por ser ‘adúltera’ o ‘promiscua’. Es un horror”, concluyó.
Ahora, la joven se encuentra recluida, tratando de recuperar la calma. Su abogado anunció que denunciarán al esposo por lesiones y violencia de género. “Su vida pasada es eso: pasado. Nadie puede construir una relación sin respeto ni confianza”, afirmó Leiva.