Este domingo, la noticia del fallecimiento de Santiago Molina, un joven cordobés de 28 años, conmocionó a todos.
Santiago había contraído la viruela del mono en México y, aunque logró superar el virus, su salud se deterioró gravemente, llevándolo a un trágico final.
Santiago, oriundo de La Caleta, Córdoba, se encontraba en México cuando contrajo la viruela del mono, una enfermedad que se ha extendido en varios países en los últimos años.
A pesar de los esfuerzos médicos y de haber estado internado durante 21 días en el Hospital General de México, su estado de salud empeoró debido a fallas multiorgánicas provocadas por la enfermedad.
La situación se complicó aún más cuando sufrió una broncoaspiración que colapsó uno de sus pulmones, lo que lo llevó a terapia intensiva donde fue intubado.
Según informó una de sus tías a un medio cordobés, su condición ya era crítica, especialmente debido a un diagnóstico previo de VIH, lo que comprometió aún más su sistema inmunológico.
Un desenlace trágico
Este fin de semana, Santiago sufrió un paro cardiorrespiratorio del cual no pudo recuperarse. Su fallecimiento se produjo el domingo, pero la noticia trascendió horas después cuando su madre, Claudia Follin, lo comunicó a través de su cuenta de Facebook: “A todos los amigos y conocidos de Santy, queremos comunicar que ha fallecido lamentablemente. Siempre estará en nuestro corazón”.
La partida de Santiago deja un profundo dolor en su familia y amigos, quienes lo recuerdan con cariño y lamentan la pérdida de un joven lleno de vida y sueños por cumplir.
Misa en México y repatriación de sus restos
Ante este trágico desenlace, la familia ha decidido realizar una misa en México para despedir a Santiago, tras lo cual procederán a cremar su cuerpo y traer sus cenizas de regreso a Argentina. Este gesto simbólico permitirá a sus seres queridos rendirle homenaje y mantener su memoria viva en su tierra natal.
Reflexión sobre la viruela del mono y sus consecuencias
El caso de Santiago Molina subraya la gravedad de la viruela del mono, una enfermedad que, aunque en la mayoría de los casos no es mortal, puede tener consecuencias devastadoras, especialmente en personas con sistemas inmunológicos comprometidos.
La situación de Santiago también pone en relieve la importancia de la atención médica integral y de los cuidados especiales que requieren pacientes con condiciones preexistentes.