
La declaración de José María Arnal Ponti complica aún más la situación de la magistrada, suspendida por su rol en la causa que investiga la muerte de Diego Maradona, al afirmar que estaba al tanto del proyecto desde el inicio.
El controvertido documental “Justicia Divina”, que explora la arista judicial de la trágica muerte de Diego Maradona, suma un nuevo y explosivo capítulo. José María Arnal Ponti, productor de la serie, ha ratificado ante la Justicia que Julieta Makintach, la magistrada recientemente suspendida e involucrada en la causa, no solo conocía el contenido de la producción desde sus inicios, sino que también estaba “absolutamente de acuerdo” con su realización. Esta declaración, a la que accedió la agencia Noticias Argentinas, profundiza el escándalo que rodea la participación de una funcionaria judicial en un proyecto mediático de esta envergadura.
En su presentación judicial, Ponti, titular de la productora Ladoble, detalló las conversaciones previas al inicio de las grabaciones con Makintach. Según sus dichos, la jueza se mantuvo informada y conforme con el enfoque y los pormenores del proyecto en todo momento. “Desde nuestra primera conversación sobre el tema, la señora Makintach conocía el contenido del proyecto y se encontraba absolutamente de acuerdo con su realización”, afirmó el productor, buscando despejar cualquier duda sobre la posibilidad de que la magistrada hubiera sido engañada o sorprendida por el material. Esta aseveración desmiente implícitamente cualquier intento de la jueza de desligarse de la responsabilidad o el conocimiento sobre el documental.
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El documento presentado por Ponti también esclarece la dinámica de los encuentros. El productor aseguró que Makintach “nunca fue a nuestras oficinas ni participó en ninguna reunión donde ella estuviera presente”. Su primer contacto en persona, según Ponti, tuvo lugar directamente en el set de filmación, durante la jornada de rodaje del domingo 9 de marzo de 2025. Este detalle subraya la autonomía de la jueza al decidir su participación, al tiempo que recalca su presencia física en el lugar de los hechos, reforzando la idea de su conocimiento y consentimiento.
Además, el productor brindó precisiones económicas que arrojan luz sobre el millonario proyecto. Ponti reveló que el documental “Justicia Divina” contaba con un presupuesto aproximado de 800 mil dólares. Respecto a la distribución de las ganancias, señaló que “la ganancia sería dividida en partes iguales” entre Ladoble y Juan Manuel D’Emilio, un reconocido creativo publicitario que participó del desarrollo junto a su socia. Estos montos subrayan la magnitud de la producción y el potencial interés comercial que pudo haber motivado la participación de diversos actores.
La polémica generada por “Justicia Divina” no cesa de crecer, especialmente por las implicancias éticas y judiciales que conlleva la participación de una funcionaria en un contenido mediático directamente ligado a una causa en curso bajo su órbita. La situación de Julieta Makintach, quien ya presentó su renuncia y enfrenta un complejo proceso por su actuación en la causa Maradona, se vuelve aún más comprometida con esta reciente declaración. La vinculación directa con un producto audiovisual que podría haber interferido o condicionado el curso de un expediente judicial tan sensible promete seguir generando repercusiones en el ámbito judicial y mediático.