El té de hojas de laurel, con su sabor robusto y ligeramente amargo, está ganando popularidad entre los amantes de las infusiones. Originario de las regiones mediterráneas y América del Norte y Central, este brebaje ofrece beneficios notables para la salud. Acompáñame a explorar sus propiedades y cómo puede contribuir a nuestro bienestar.
¿Qué es el té de hojas de laurel?
Las hojas de laurel provienen del árbol de laurel, una planta tradicionalmente utilizada en la gastronomía de estas regiones. Su perfil de sabor, que recuerda al orégano o al tomillo, ha llevado a su uso en infusiones debido a sus cualidades aromáticas y gustativas. Si buscas alternativas a los tés más comunes, como el té de manzanilla, té negro o té verde, el té de hojas de laurel podría ser una excelente elección.
Beneficios para la salud
Mejora del sistema inmunitario: Las hojas de laurel son ricas en vitamina C, que estimula células del sistema inmunitario como las “Natural Killer” (Células NK). Estas células combaten infecciones virales y bacterianas, acelerando la recuperación y protegiendo contra enfermedades.
Regulación de la glucosa: El té de hojas de laurel podría beneficiar a personas con diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares. Algunos estudios sugieren que ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre.
Reducción del colesterol: Investigaciones científicas avalan la eficacia del té de hojas de laurel en la disminución del colesterol LDL, comúnmente conocido como “colesterol malo”. Sus compuestos bioactivos ayudan a descomponer las grasas y mejoran el perfil lipídico.
Alivio digestivo: Tradicionalmente, el laurel se ha utilizado para aliviar la presión de los senos nasales y la congestión nasal. Además, sus propiedades digestivas pueden contribuir a un intestino saludable1.
En resumen, el té de hojas de laurel es una opción poderosa para cuidar nuestra salud cardiovascular y aliviar dolores gastrointestinales. ¡Aprovecha sus beneficios y disfruta de esta infusión única!