La Secretaría de Gobierno y Modernización de Rafaela presentó esta semana un proyecto de ordenanza ante el Concejo Municipal que podría marcar un importante cambio en la administración de la Plaza APADIR y el local comercial conocido como 1001.
Este anuncio, encabezado por Germán Bottero, titular del área, junto al fiscal municipal Matías Gentinetta y la subsecretaria de Desarrollo Urbano y Metropolitano María Emilia Vidal, tiene como objetivo que ambos espacios pasen a depender formalmente de la órbita municipal.
“Este es el resultado de meses de negociaciones y evaluaciones que culminan en una propuesta concreta para garantizar el uso y cuidado de estos espacios como parte del patrimonio público”, destacó Bottero en su intervención inicial. Pero, ¿cuáles son los detalles de esta iniciativa y por qué resulta relevante para la ciudad?
Un acuerdo para recuperar y preservar espacios clave
La Plaza APADIR, un terreno perteneciente originalmente al Estado nacional y cedido a la Municipalidad, ha sido durante décadas un espacio de uso público. Sin embargo, hace 10 años se estableció un convenio entre la asociación APADIR y un privado para la explotación comercial del local 1001, en el cual han operado distintos emprendimientos, siendo el más reciente conocido como Chaskona.
Con el tiempo, este acuerdo dejó de ser viable para APADIR, que enfrentaba dificultades económicas para cumplir con el mantenimiento de la plaza, lo que derivó en que el municipio asumiera dichas tareas desde 2018. “Era necesario buscar una solución que preservara el espacio para el disfrute de todos los rafaelinos”, explicó el Secretario de Gobierno.
La propuesta presentada contempla que el privado continúe con la explotación comercial hasta finales de 2025, tras lo cual el inmueble, en condiciones adecuadas, será entregado al municipio. A cambio, este se compromete a aportar materiales de construcción equivalentes a 40 millones de pesos, una inversión significativamente menor al costo de construir un espacio similar desde cero, estimado entre 450 y 500 millones de pesos.
Un beneficio estratégico para la ciudad
La recuperación de la Plaza APADIR y el local 1001 representa más que una transacción económica. Implica consolidar un espacio que será refuncionalizado y reintegrado al parque APADIR, contribuyendo al desarrollo urbano y social de Rafaela. “Es una inversión estratégica que garantiza el acceso público y el aprovechamiento de un bien que antes estaba parcialmente desvinculado de la ciudadanía”, enfatizó Bottero.
El proyecto ahora espera la aprobación del Concejo Municipal, pero desde el Ejecutivo ya se percibe como un acuerdo “altamente beneficioso” para la comunidad. En los próximos días, se iniciarán también las obras de refuncionalización de la plaza, que prometen transformar este espacio en un lugar renovado para el esparcimiento de todos los rafaelinos.
Con esta iniciativa, Rafaela da un paso adelante en la gestión de su patrimonio urbano, equilibrando intereses económicos, sociales y públicos para el beneficio de las futuras generaciones.