
El gobierno provincial confirmó que a fines de marzo comenzarán las obras de “El Infierno”, una cárcel de máxima seguridad ubicada en la localidad de Piñero.
Este penal, diseñado para albergar a presos de alto perfil, pretende establecer un nuevo estándar en seguridad penitenciaria, con medidas más estrictas que las implementadas en El Salvador bajo el mandato del presidente Nayib Bukele.
Un nombre con propósito
Lucía Masneri, secretaria de Asuntos Penales del Ministerio de Seguridad, explicó que el nombre “El Infierno” refleja la intención de marcar un límite claro frente a la violencia y la impunidad.
“Es un lugar que pondrá fin al miedo que estas personas han generado en la sociedad”, declaró en una entrevista con Radio 2.
Diseño y medidas de seguridad sin precedentes
El nuevo penal no será una ampliación de la cárcel ya existente en Piñero, sino una unidad independiente diseñada para prevenir fugas y ataques externos.
Los internos estarán en aislamiento permanente, con visitas limitadas a media hora bajo un estricto control. Además, serán monitoreados constantemente para evitar que continúen delinquiendo desde dentro de la prisión.
Entre las características más destacadas del diseño se encuentran:
- Un doble cerco perimetral para reforzar la seguridad.
- Un torreón de vigilancia de 25 metros de altura que permitirá una supervisión constante.
- Un diseño que facilita la movilidad vehicular tanto dentro como fuera del complejo.
Asimismo, se implementará un control absoluto de las comunicaciones telefónicas para impedir que los internos coordinen actividades delictivas desde el interior.
Plazos y objetivos
El plazo estimado para la construcción es de 18 meses, y el gobierno provincial aspira a que este penal se convierta en un modelo de seguridad para la región.
Con esta iniciativa, se busca endurecer el sistema penitenciario y dar una respuesta contundente a la creciente problemática de la violencia organizada.