
El Ministerio de Economía de la Nación anunció un ambicioso plan para incorporar al sector privado en la administración de 6.000 kilómetros de rutas y autopistas a cargo de Corredores Viales, la empresa estatal que actualmente gestiona la red vial nacional.
En Santa Fe, las vías afectadas por esta medida incluyen la autopista a Córdoba y Buenos Aires, la avenida Circunvalación, y las rutas 7, 8, 19 y 34, entre otras.
El objetivo declarado es revitalizar una infraestructura vial deteriorada y optimizar el cobro de peajes, en un intento por dejar atrás lo que el vocero presidencial, Manuel Adorni, calificó como el modelo de “patria contratista”, donde los peajes subían mientras las rutas se desmoronaban.
La estrategia del Gobierno implica la extinción por mutuo acuerdo de los contratos de concesión vigentes en 10 tramos asignados a Corredores Viales, para luego iniciar procesos de selección que permitan celebrar nuevos contratos con empresas privadas.
Estas compañías obtendrán el derecho de cobrar peajes, lo que, según las autoridades, incentivará la inversión y mejorará la calidad del servicio.
La medida llega en un contexto crítico para la empresa estatal, que en 2023 registró resultados financieros negativos, con una deuda de 142.000 millones de pesos y pérdidas acumuladas por 268 mil millones.
Además de la privatización de los corredores existentes, el Gobierno convocó a una audiencia pública para licitar la “ruta del Mercosur”, un tramo de 670 kilómetros, y adjudicar un total de 8.470 kilómetros de rutas, incluyendo algunas que hasta ahora no estaban concesionadas, como la RN 33 en Santa Fe y la RN 18 en Entre Ríos.
Funcionarios santafesinos, encabezados por los ministros de Obras Públicas y Economía, viajarán a Buenos Aires para insistir en la transferencia de corredores que permitan retomar obras actualmente congeladas por el gobierno nacional.
Sin embargo, la iniciativa no está exenta de críticas. El exsecretario de Transporte, Diego Giuliano, y el sindicato de trabajadores de peajes han expresado su preocupación por el deterioro de las rutas nacionales y el incremento de costos sobre la producción, atribuyéndolos a la falta de inversión previa.