El “Estado del Vaticano argentino”: el rincón verde con un secreto histórico bajo su plaza

En pleno corazón de Buenos Aires, cerca del Teatro Colón, se encuentra una plaza que evoca a la Ciudad del Vaticano y esconde un fascinante pasado bajo sus baldosas.

En la inmensidad de la provincia de Buenos Aires, más precisamente en la Capital Federal, existe un rincón que llama la atención por su particular parecido con la Ciudad del Vaticano en Italia. Se trata de una plaza ubicada estratégicamente cerca de uno de los íconos culturales de la Argentina: el Teatro Colón.

La Plaza Estado del Vaticano: un oasis en el centro porteño

Muchos turistas que recorren la vibrante Capital Federal conocen y denominan como el “Estado del Vaticano argentino” a la Plaza Estado del Vaticano. Este espacio se extiende en la manzana delimitada por las calles Libertad, el pintoresco Pasaje Toscanini, la calle Cerrito y la avenida Viamonte.

Esta plaza seca se integra de manera armónica con la imponente arquitectura del Teatro Colón. Dos torres de luz con un diseño escultórico iluminan la elegante fachada que da al Pasaje Toscanini, creando un ambiente especial al caer la noche. La modernización del espacio incluyó la instalación de mobiliario urbano de diseño, un sistema de iluminación LED de bajo consumo y una pantalla gigante que ofrece diversas proyecciones.

El tesoro oculto bajo la superficie: los talleres del primer coliseo

Pero el atractivo de la Plaza Estado del Vaticano no se limita a su superficie. Bajo sus baldosas se esconde un valioso fragmento de la historia teatral argentina: los talleres subterráneos del que fuera el primer coliseo de Buenos Aires. Este espacio, conocido como Coliseo Provisional, abrió sus puertas en 1804 en la entonces incipiente ciudad.

Su actividad se vio interrumpida durante las Invasiones Inglesas de 1806, pero retomó su función el 11 de noviembre de 1811. Si bien el repertorio y los nombres de los primeros elencos no se conocen con exactitud, se sabe que en este recinto se representaban diversas obras teatrales, marcando los inicios del arte escénico en Buenos Aires.

El nombre de “provisional” respondía a los planes de construir un coliseo de mayores dimensiones y con una infraestructura más moderna. Sin embargo, este proyecto nunca llegó a concretarse, convirtiendo al espacio subterráneo bajo la actual Plaza Estado del Vaticano en un testimonio silencioso de los sueños teatrales de una época pasada.