El respaldo inicial del presidente argentino, Javier Milei, al proyecto criptográfico $LIBRA, promovido por el Viva la Libertad Project, generó una ola de expectativas y controversias que rápidamente se transformaron en incertidumbre y desconfianza.
Lo que comenzó como un apoyo público a una iniciativa que, según Milei, ayudaría a financiar pequeños emprendimientos en Argentina, terminó en un abrupto distanciamiento del mandatario, quien admitió desconocer los detalles del proyecto y decidió retirar su respaldo.
“No seguiré dando difusión”, afirmó Milei horas después de que su promoción del token y los enlaces al proyecto se viralizaran en redes sociales y medios de comunicación.
Esta retractación no hizo más que alimentar las sospechas sobre la viabilidad y la seguridad financiera de $LIBRA, un proyecto que ya había levantado alertas en la comunidad criptográfica.
Acusaciones de fraude y “rug pull”
Las dudas se intensificaron cuando usuarios de la red social X (antes Twitter) denunciaron un posible “rug pull”, un tipo de fraude en el que los desarrolladores de un proyecto criptográfico retiran abruptamente los fondos de los inversores, dejándolos sin respaldo. Según el usuario Beanie, “Ayer nos robó más de $100 millones en una alfombra de $4 mil millones del token $LIBRA promocionado por Javier Milei”.
Las acusaciones apuntaron directamente a Julian Peh, CEO de KIP Protocol, y a su pareja, la Dra. Jennifer Dodgson. KIP Protocol, una empresa vinculada a la inteligencia artificial y la economía digital en América Latina, había logrado recaudar más de $10 millones con el apoyo de inversores internacionales.
Sin embargo, la conexión previa entre Peh y Milei, sumada a la falta de transparencia en torno a $LIBRA, generó interrogantes sobre la legitimidad del proyecto y sus posibles implicancias en la región.
Impacto en la confianza de los inversores
La rápida difusión del proyecto y su posterior desvinculación por parte de Milei no solo afectaron la credibilidad de $LIBRA, sino que también pusieron en evidencia los riesgos asociados a los proyectos criptográficos sin una regulación clara.
La falta de información detallada y la posibilidad de un fraude han dejado a muchos inversores en una situación de vulnerabilidad, mientras que las autoridades enfrentan el desafío de garantizar la seguridad financiera en un mercado altamente volátil y poco regulado.
La controversia también ha puesto en tela de juicio el papel de las figuras públicas en la promoción de proyectos financieros. El respaldo inicial de Milei, seguido de su retractación, ha generado críticas y cuestionamientos sobre la rigurosidad con la que se evalúan este tipo de iniciativas antes de ser promocionadas.
Interrogantes abiertos
Mientras las investigaciones avanzan y la comunidad criptográfica sigue de cerca el desarrollo de los hechos, quedan varias preguntas sin respuesta: ¿Qué motivó el respaldo inicial de Milei al proyecto $LIBRA? ¿Qué papel jugaron Julian Peh y KIP Protocol en la promoción y gestión del token? Y, sobre todo, ¿cómo se protegerá a los inversores en un mercado donde la falta de regulación facilita este tipo de fraudes?
Lo cierto es que el caso $LIBRA ha dejado en evidencia la necesidad de mayor transparencia y regulación en el mundo de las criptomonedas, especialmente cuando figuras públicas se involucran en su promoción.
Mientras tanto, los inversores y la comunidad criptográfica esperan respuestas claras y acciones concretas para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.