Donald Trump reinstala el “Botón de Coca-Cola Light” en el Despacho Oval

El Despacho Oval de la Casa Blanca ha sido testigo de innumerables decisiones históricas y momentos cruciales en la política estadounidense.

Sin embargo, entre los cambios decorativos y simbólicos que los presidentes realizan al asumir el cargo, uno de los detalles más curiosos y comentados en la presidencia de Donald Trump fue la reinstalación del famoso “botón de Coca-Cola Light” en su escritorio.

Este pequeño dispositivo, que parece sacado de una anécdota humorística, refleja no solo las preferencias personales del expresidente, sino también su estilo de liderazgo único y su capacidad para generar titulares incluso con los detalles más mundanos.

El botón que capturó la atención mundial

Durante su primer mandato, Donald Trump hizo del “botón de Coca-Cola Light” un elemento icónico de su administración. Este dispositivo, aparentemente simple, tenía un propósito claro: con solo presionarlo, un asistente le llevaba al instante una lata de su bebida favorita.

Aunque podría parecer un capricho presidencial, el botón se convirtió en un símbolo de la personalidad de Trump, quien no dudaba en mostrar sus gustos personales y su estilo de vida en la esfera pública.

Tras la salida de Joe Biden y el regreso de Trump al Despacho Oval, uno de los primeros cambios fue la reinstalación de este peculiar botón.

Según informes de The Wall Street Journal, la renovación del despacho se llevó a cabo en cuestión de horas, y el botón de Coca-Cola Light fue colocado junto a otros elementos simbólicos, como un retrato de George Washington y un busto de Winston Churchill.

Estos detalles no solo reflejan las preferencias estéticas de Trump, sino también su deseo de marcar su territorio y reafirmar su presencia en la Casa Blanca.

Un detalle que generó bromas y controversias

El “botón de Coca-Cola Light” no pasó desapercibido para la prensa ni para los visitantes del Despacho Oval. En una entrevista con el Financial Times, Trump bromeó sobre el dispositivo, señalando que “todos se ponen un poco nerviosos cuando presiono el botón”, ya que algunos visitantes lo confundían con un mecanismo relacionado con armamento nuclear. Esta anécdota, aunque humorística, subraya la fascinación que generaba incluso el más mínimo detalle de la presidencia de Trump.

Además, el fanatismo del expresidente por la Coca-Cola Light ha sido ampliamente documentado. Durante su primer mandato, el New York Times reportó que Trump llegaba a consumir hasta 12 latas al día.

Este hábito no solo llamó la atención por su impacto en la salud, sino también por cómo reflejaba su personalidad: un hombre que no teme mostrar sus preferencias, por más simples o controvertidas que sean.

Un Símbolo de la Cultura Pop y la Política

La reinstalación del botón de Coca-Cola Light no es solo un gesto personal; también es un reflejo de cómo Trump ha logrado fusionar la cultura pop con la política.

Este pequeño dispositivo se convirtió en un ícono de su presidencia, mencionado en titulares, memes y conversaciones en redes sociales.

Incluso The Coca-Cola Company reconoció la devoción de Trump por su producto, obsequiándole una botella conmemorativa con un diseño especial y una etiqueta que incluía la fecha de la toma de posesión, el 20 de enero de 2025.

Este tipo de detalles, aparentemente triviales, han contribuido a la imagen pública de Trump como un líder que no sigue los protocolos tradicionales.

Su capacidad para convertir algo tan simple como un botón de refresco en un tema de conversación global es un ejemplo de su habilidad para dominar la narrativa mediática.