Diputados aprobó suspender las PASO con apoyo de gobernadores y el kirchnerismo: la reforma pasa al Senado

En una sesión marcada por tensiones y acusaciones cruzadas, la Cámara de Diputados aprobó este jueves la suspensión de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) con 162 votos a favor, 55 en contra y 28 abstenciones.

La iniciativa, impulsada por el oficialismo y respaldada por bloques dialoguistas y sectores del peronismo, contó con el apoyo clave de 25 legisladores kirchneristas, lo que generó un fuerte impacto político en el bloque de Unión por la Patria.

El proyecto, que ahora pasará al Senado para su tratamiento en las sesiones extraordinarias, busca eliminar las PASO como instancia electoral, argumentando que se han convertido en un mecanismo costoso y poco eficiente. La vicepresidenta Victoria Villarruel será la encargada de liderar las negociaciones en la Cámara alta, donde se espera un debate igualmente polarizado.

El respaldo a la suspensión de las PASO incluyó a bloques como La Libertad Avanza, el PRO, y sectores del peronismo alineados con gobernadores como Gustavo Sáenz (Salta), Alberto Weretilneck (Río Negro) y Hugo Passalacqua (Misiones). También se sumaron diputados de Tucumán, San Juan, Neuquén y Santa Cruz, cuyos votos reflejaron la influencia de los mandatarios provinciales en la decisión.

Sin embargo, la votación dejó al descubierto las divisiones internas dentro del kirchnerismo, donde 24 de sus legisladores optaron por abstenerse, incluyendo al jefe de bancada, Germán Martínez. Este gesto evidenció las tensiones en el bloque, que enfrenta un momento de incertidumbre y fragmentación.

El debate en Diputados estuvo cargado de críticas y advertencias. Margarita Stolbizer, una de las voces más críticas, alertó sobre el peligro de sentar un precedente autoritario al suspender una ley vigente. Por su parte, el libertario Nicolás Mayoraz defendió la medida, argumentando que las PASO han perdido su propósito original y se han convertido en un gasto innecesario.

En el Senado, la reforma enfrentará un escenario complejo. La vicepresidenta Villarruel deberá negociar con un bloque peronista mayoritariamente opuesto a la suspensión, además de lidiar con la ausencia de aliados clave, como el radical Víctor Zimmermann, y las tensiones con senadores de Santa Cruz.

Si la reforma es aprobada, se espera que provincias como Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ajusten sus calendarios electorales, trasladando las elecciones locales a mayo. La decisión también podría impactar en la estrategia del gobernador Axel Kicillof, quien deberá definir si alinea su cronograma con la suspensión nacional o mantiene una postura autónoma.

Mientras tanto, el Gobierno celebra la media sanción como un paso clave en su agenda de reformas, aunque las divisiones políticas y las críticas de la oposición dejan en claro que el camino hacia la aprobación definitiva estará lejos de ser sencillo.