
En todo el territorio argentino se conmemora el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, a 49 años del golpe cívico-militar que inició la última dictadura en el país.
Cada 24 de marzo, esta fecha honra a las víctimas del régimen que gobernó entre 1976 y 1983 y promueve una reflexión colectiva para que estos hechos nunca se repitan.
Origen de la conmemoración
El 24 de marzo de 1976, un golpe de Estado derrocó al gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón e instauró el autodenominado Proceso de Reorganización Nacional.
Una Junta Militar —integrada por Jorge Rafael Videla (Ejército), Emilio Eduardo Massera (Armada) y Orlando Ramón Agosti (Fuerza Aérea)— asumió el control del Estado e implementó un régimen basado en el terrorismo de Estado.
Durante siete años, miles de personas fueron secuestradas, torturadas, asesinadas o desaparecidas. Según organismos de derechos humanos, se estima que 30.000 personas fueron víctimas de desaparición forzada.
Centros clandestinos de detención
La dictadura estableció una red de centros clandestinos de detención, como la ESMA, el Pozo de Banfield y El Olimpo, donde los detenidos eran sometidos a torturas sistemáticas.
Muchos fueron ejecutados y arrojados al mar en los llamados “vuelos de la muerte”, una práctica destinada a eliminar toda evidencia.
Políticas represivas y económicas
El régimen impuso censura estricta, persecución política y la supresión de libertades civiles. Paralelamente, aplicó un modelo económico que benefició a sectores concentrados de poder, profundizando la desigualdad y el endeudamiento externo, cuyas consecuencias afectaron al país durante décadas.
Retorno a la democracia y juicios históricos
En 1983, con la recuperación de la democracia y la asunción del presidente Raúl Alfonsín, se inició el Juicio a las Juntas Militares, un hito global en la lucha por los derechos humanos.
Con los años, decenas de responsables —incluidos Videla y Massera— fueron condenados por crímenes de lesa humanidad. También se avanzó en la investigación de la apropiación sistemática de bebés nacidos en cautiverio, un delito que afectó a cientos de familias.
Desde 2002, el 24 de marzo es feriado nacional por la Ley N.º 25.633, que busca fortalecer la memoria histórica y el compromiso con la verdad, la justicia y la defensa de los derechos humanos.