Una noticia que ha generado indignación y conmoción en ambos lados de la frontera.
Este jueves, una mujer argentina fue detenida en Paraguay luego de hacerse pasar por enfermera y secuestrar a una bebé recién nacida en un hospital de Asunción. La captura se produjo mientras intentaba cruzar la frontera hacia la Argentina, en la localidad paraguaya de Nanawa.
El caso, que involucra a Natalia Edith González, una mujer de 39 años oriunda de Formosa, ha encendido el debate sobre la seguridad en los hospitales y las redes de trata de menores. ¿Cómo ocurrió el secuestro y qué medidas se están tomando para prevenir futuros incidentes?
Un plan meticuloso y un escape frustrado
El robo ocurrió en el Hospital de Barrio Obrero de Asunción, alrededor de las 14 horas. Según las cámaras de seguridad, González se presentó vestida con un ambo gris y un tapabocas, simulando ser parte del personal médico. Incluso mantuvo una conversación previa con los familiares de la bebé, ganándose su confianza.
La abuela de la niña contó que González se sentó a su lado y compartió un tereré, asegurándole que estaba acompañando a un supuesto tío ingresado en el hospital. Minutos después, aprovechó un descuido y se llevó a la bebé en brazos, escapando por los pasillos.
Tras salir del hospital, González abordó un colectivo hasta el Mercado 4 de Asunción, donde compró ropa para ella y para la bebé, intentando cambiar su apariencia. Posteriormente, tomó un taxi hacia Loma Pytá y preguntó cómo llegar a Nanawa, con la intención de cruzar hacia Clorinda, Formosa.
Gracias a la rápida acción de las autoridades y el análisis de cámaras de seguridad, se reconstruyó el recorrido de la mujer, lo que permitió su detención apenas 50 metros antes de cruzar la frontera.
La bebé a salvo y las consecuencias legales
Afortunadamente, la bebé fue devuelta a su madre en perfecto estado. Por su parte, Natalia González enfrenta cargos por violación de la patria potestad, un delito que podría costarle hasta cinco años de prisión, según las leyes paraguayas.
Este caso nos invita a reflexionar sobre la importancia de reforzar la seguridad en los hospitales, especialmente en áreas tan sensibles como las maternidades. También plantea interrogantes sobre las posibles motivaciones de González, ya que no cuenta con antecedentes penales.
La rápida actuación de las autoridades paraguayas evitó que esta historia tuviera un desenlace trágico. Sin embargo, el caso pone de manifiesto la necesidad de implementar protocolos más estrictos en los hospitales y reforzar la vigilancia en las fronteras para prevenir delitos de este tipo.