Desigualdad regional en Argentina: cómo se distribuye la riqueza entre las provincias

Argentina es un país marcado por profundas asimetrías regionales, donde la distribución del Producto Bruto Interno (PBI) revela contrastes abismales entre provincias.

Estas diferencias no solo afectan la generación de riqueza, sino también la calidad de vida, el acceso a servicios y las oportunidades de sus habitantes. Un fenómeno histórico que refleja los límites de un modelo económico concentrado en pocas regiones.

Una economía hiperconcentrada: el dominio de la Pampa Húmeda. Según datos de Fundar, más de la mitad del PBI argentino se genera en solo dos jurisdicciones:

Provincia de Buenos Aires (32%); Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) (20%)

A estas les siguen Córdoba (8%) y Santa Fe (7,8%), completando el núcleo productivo de la región pampeana, que en conjunto explica más del 67% de la economía nacional.

En el extremo opuesto, provincias como La Rioja, Formosa y Catamarca no alcanzan ni el 1% del PBI cada una. La brecha es tan grande que Buenos Aires produce 50 veces más que La Rioja.

El mapa regional de la riqueza

Región Pampeana (incluyendo AMBA): 72% del PBI

Patagonia: 9,5%

NOA: 7,9%

Cuyo: 5,6%

NEA: 4,9%

Patagonia: de región marginal a potencia económica
Aunque históricamente periférica, la Patagonia tuvo el mayor crecimiento económico en los últimos 130 años:

Mientras el PBI nacional se multiplicó por 34, el de la Patagonia lo hizo 680 veces.

Este salto se debe al desarrollo de hidrocarburos, minería, energía, pesca y turismo.

Hoy, la región produce casi el 10% del PBI nacional y tiene el mayor ingreso per cápita, superando ampliamente el promedio del país. Provincias como Neuquén, Santa Cruz y Tierra del Fuego registran niveles de riqueza comparables a los de Alemania o Italia (ajustado por poder adquisitivo).

PBI per cápita: la radiografía de la desigualdad

Este indicador refleja aún más las disparidades:

Solo 8 provincias superan el promedio nacional.

CABA lidera, con un PBI per cápita 189% superior al promedio.

Las provincias patagónicas también destacan, mientras que 9 de las 10 más pobres están en el Norte Grande.

Formosa, Corrientes y Misiones tienen un PBI per cápita 52% inferior al promedio nacional.

Dato clave:

La provincia de Buenos Aires lidera en volumen total, pero su PBI per cápita es 15% menor al promedio nacional debido a su alta densidad poblacional.

El PBI se mide donde se produce, no donde vive quien produce, lo que distorsiona casos como el Conurbano, cuyos trabajadores aportan a CABA pero residen en el GBA.

Brechas históricas que no se cierran

En los últimos 130 años, las desigualdades no se redujeron, sino que se profundizaron:

La Patagonia pasó de ser marginal a tener un PBI per cápita 65% superior al promedio nacional. El NOA y el NEA mantuvieron su rezago estructural, ampliando la brecha.Cuyo, que en 1895 era más rica que la media, hoy está 23% por debajo, afectada por el bajo dinamismo de Mendoza y San Juan.

Federalismo en deuda: ¿hacia un desarrollo equilibrado?

Salvo la Patagonia, ninguna región logró acercarse al núcleo pampeano. Esto consolida un mapa desigual, donde algunas zonas concentran riqueza, inversión e innovación, mientras otras enfrentan obstáculos históricos para crecer.

La equidad regional sigue siendo una deuda pendiente del federalismo argentino. Comprender estas dinámicas es clave para impulsar políticas que promuevan un desarrollo más justo, inclusivo y sostenible.