Un repartidor que circulaba por una calle adoquinada de San Isidro, Buenos Aires, se convirtió en el protagonista de un hallazgo digno de una película
Mientras realizaba su recorrido habitual, el delivery sintió un ruido extraño en el chasis de su vehículo. Al detenerse para investigar, descubrió una gruesa varilla de hierro que sobresalía entre los adoquines de la calle.
La Investigación
El hecho ocurrió frente a una sede del Banco Macro, ubicada en Chacabuco al 400. Tras el descubrimiento, el personal del banco alertó a la Policía, que inició las tareas de excavación.
Lo que encontraron fue sorprendente: un túnel subterráneo de casi 200 metros de largo y 3,60 metros de ancho, encofrado y revestido en madera. La construcción del túnel llegaba hasta unos dos metros del lugar donde se encuentran las cajas de seguridad del banco.
Planes Frustrados
Los investigadores sospechan que los delincuentes planeaban dar el golpe el próximo fin de semana. Afortunadamente, un analista técnico confirmó que los sistemas de seguridad del banco funcionaban con normalidad y que los delincuentes no habían logrado ingresar.
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Un Taller Abandonado
La entrada del túnel fue localizada en un galpón situado a una cuadra del banco, donde antes funcionaba un taller de chapa y pintura. Este hallazgo recuerda al famoso “Robo del Siglo” de 2006, cuando un grupo de ladrones asaltó el ex-Banco Río en Acassuso, tomando 23 rehenes y llevándose un botín estimado en 19 millones de dólares.
Coincidencia de Película
La similitud con el “Robo del Siglo” no pasa desapercibida. En ambos casos, los delincuentes utilizaron túneles para intentar acceder a las cajas de seguridad del banco. El caso de 2006 incluso inspiró una película protagonizada por Guillermo Francella y Diego Peretti.
Este reciente intento de robo en San Isidro demuestra que, aunque los métodos de los delincuentes pueden ser sofisticados, la vigilancia y la atención a los detalles pueden frustrar sus planes.